El sector de centrales eléctricas presenta la misma limitación que la industria, sin embargo, es el que más aprovecha el relajo del sector prioritario ya que el combustible es la materia prima más importante de su actividad, y el gas natural, el más barato de ellos. Por ende, cada molécula que pueda emplear rebaja los costos de generación frente a la utilización de fuel oil o gas oil. Esto ha llevado a que a mayor disponibilidad en el sistema, mayor consumo del sector.

Como podemos ver, desde el 2012 su consumo crece ininterrumpidamente, presentando un salto en la media del 3% para 2015; del 7% para el 2016; y del 8% para el 2017 (año récord).

 

 

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Sin lugar a dudas pensamos que este fue un año atípico ya que en inviernos más crudos, con la demanda residencial alta y la industria presionando por menores restricciones de consumo, la inyección a las centrales debería ubicarse por debajo de los valores registrados en el año actual.