Fuente: http://www.lacapital.com.ar/el-tiempo-las-energias-renovables-n792031

Las energías renovables son la única alternativa posible para pensar en la sustentabilidad del planeta.
Las energías renovables son la única alternativa posible para pensar en la sustentabilidad del planeta. Hoy, se han convertido en una inversión rentable en términos económicos y, por tanto, competitivas en el mercado, más aún si analizamos el enorme daño ambiental que generan las fuentes tradicionales que se utilizan para generar energías actualmente.
Históricamente, desde el comienzo de las investigaciones y posterior desarrollo de este tipo de energías limpias, hubo y coexisten miles de personas empeñadas en informar de manera errónea a la ciudadanía sosteniendo que el desarrollo de energías renovables es económicamente inviable o de dudosa aplicabilidad. A esta altura, no podemos ocultar que entre aquellos formadores de opinión hay una enorme cantidad de dirigentes, funcionarios y empresarios que actúan en función de sus propios intereses o cumpliendo con las órdenes emanadas de sus mandantes. En la actualidad, si analizamos el enorme daño que hemos producido en el planeta durante los últimos 70 años, estamos en condiciones de afirmar que el discurso funcional al uso de energías que llamaremos “tradicionales”, es falso.
En Argentina, debemos tomar posturas muy firmes con respecto al cambio climático, y forzar a los gobiernos para que éste sea un tema central en las políticas de desarrollo que se planifiquen a largo plazo.
Hoy observamos con preocupación que el gobierno continúa subsidiando cada barril de petróleo que se destina a producir energías contaminantes, mientras no promueve ni alienta la instalación de plantas de generación de energía solar, eólica, hidroeléctrica ó biomasa. Se deduce que existen presiones, acuerdos y negocios de la industria energética tradicional que pone trabas en el camino del surgimiento de nuevas empresas de energías renovables pro planeta, trabas también en la promoción de la producción de particulares para el autoconsumo.
He ahí el desafío. El reto de modificar el actual estado de las cosas y trabajar por el “bien común.
No obstante, y en contraposición, detectamos con enorme satisfacción que hay una importante cantidad de sociedades de capital privado, empresas, entidades e instituciones que ya desarrollaron o están desarrollando sus propios proyectos de autogeneración de energías, principalmente solar fotovoltaica, y estamos convencidos de que la base de esta decisión no es el altruismo o la moda, sino el resultado esperado luego de realizada la profunda evaluación de su conveniencia en todo aspecto.
Cabe citar a nuestro Papa Francisco, que en uno de los párrafos de su Encíclica “Laudato Si” (Alabado Seas) dice: “Después de un tiempo de confianza irracional en el progreso y en la capacidad humana, una parte de la sociedad está entrando en una etapa de mayor conciencia. Se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta.[…]”
A partir de este mandato, convencidos de que debemos cuidar nuestra “Casa Común”, nos compete a nosotros como dirigentes, políticos, personas públicas, empresarios, líderes de opinión, trabajadores en todas las áreas y actores sociales diversos, trabajar para que no sea sólo una parte, sino toda la sociedad, la que comience a transitar una etapa de mayor conciencia y sensibilidad.
Hacer del medio ambiente y del planeta común —que compartimos y es nuestro hábitat—, una causa de todos, solidarizarnos por un presente y un futuro mejor, es la elección natural, funcional a nuestro verdadero ser, más humana, pro planeta, pro vida.

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