La adquisición de los activos de Petronas en Vaca Muerta consagra a Vista Energy como la segunda productora de petróleo del país, detrás de YPF, y consolida el ascenso de la compañía liderada por Miguel Galuccio en el tablero energético argentino. La salida de la estatal malaya, en un contexto signado por los errores políticos internos y tensiones geopolíticas, abre una nueva etapa en la configuración del negocio del shale oil nacional. En paralelo, la influencia estratégica de Schlumberger —empresa de la cual Galuccio es director no ejecutivo a nivel global— proyecta sobre Vista una gravitación que excede el vínculo habitual entre proveedor y operadora.

La petrolera dirigida por Miguel Galuccio anunció la compra de los campos de la malaya Petronas en Vaca Muerta y se convirtió así en la segunda productora de petróleo del país, detrás de YPF.
Petronas, a través de su filial Petronas E&P Argentina S.A., participaba activamente en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta, en asociación estratégica con YPF. Su presencia se había concentrado en tres bloques clave: La Amarga Chica, Aguada Federal y Bandurria Norte, todos ubicados en la provincia de Neuquén.
La joya operativa del portafolio fue sin duda el bloque La Amarga Chica, donde la sociedad con YPF permitió desplegar una infraestructura productiva de primer orden.
A finales de 2024, este bloque alcanzó una producción conjunta cercana a los 80.000 barriles equivalentes de petróleo por día (boe/d), de los cuales más de 71.000 barriles diarios correspondían a petróleo crudo. Se trataba, en efecto, de uno de los polos de shale oil más dinámicos de la cuenca neuquina.
Los bloques Aguada Federal y Bandurria Norte, también compartidos con YPF, mostraban un crecimiento sostenido. En particular, Aguada Federal había registrado en julio de 2024 una producción diaria de 6.600 barriles de petróleo, lo que representó un incremento mensual del 135%. Estos desarrollos ilustraban la expansión de Petronas más allá del bloque insignia, consolidando su presencia en la ventana de shale oil más prolífica del país.
La actividad de Petronas no se limitaba al subsuelo. En La Amarga Chica, disponía de capacidad instalada para transportar hasta 57.000 barriles por día y exportar hasta 48.000 barriles diarios, integrando su producción a la red de oleoductos de Oldelval y a la terminal OTE.
Este componente logístico aseguraba la viabilidad comercial del proyecto, tanto para abastecimiento interno como para exportación.
La acción de Vista se disparó luego de que Galuccio anunciara que compró por US$ 1.500 millones los campos de la petrolera malaya en el corazón de Vaca Muerta.
Petronas recibió 7.297.507 acciones de Vista, equivalentes a algo más de US$ 300 millones. Vista anunció que llevan invertidos más de US$ 6.000 millones en la Argentina desde el inicio de sus operaciones en 2018.
La operación entre la empresa de Galuccio y la malaya totalizó cerca de US$ 1.500 millones de dólares. Vista abonó US$ 900 millones en efectivo al cierre de la operación y pagará otros US$ 300 millones en dos pagos iguales en los años 2029 y 2030. 

La inversión que no fue

La frustrada inversión conjunta entre YPF y Petronas para desarrollar una planta de gas natural licuado (GNL) en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, representaba una de las iniciativas más ambiciosas de la historia del sector energético argentino. Con un volumen estimado en US$ 30.000 millones y una capacidad proyectada de hasta 30 millones de toneladas anuales, el proyecto preveía la construcción de un complejo industrial para procesar el gas natural de Vaca Muerta y exportarlo a gran escala.
La planta constituía el eslabón industrial clave para transformar al país en un actor relevante en el comercio internacional de GNL, y había sido precedida por varios años de cooperación técnica, estudios de factibilidad y compromisos estratégicos entre ambas compañías estatales. Se trataba no solo de una inversión de magnitud sin precedentes, sino también de un salto cualitativo en la inserción energética de Argentina en los mercados asiáticos y europeos.
No obstante, hacia fines de 2024, Petronas decidió retirarse del proyecto, generando un profundo impacto en el panorama energético nacional. Aunque la empresa malaya no emitió un comunicado detallando los motivos de su repliegue, diversas lecturas apuntan a una combinación de factores geopolíticos y diplomáticos.

El comprador

Vista Energy cotiza en las bolsas de Nueva York y de México, presenta una estructura accionaria diversificada entre inversores institucionales internacionales, fondos soberanos, accionistas individuales y el público general.
El principal accionista de Vista es Al Mehwar Commercial Investments LLC, con una participación aproximada del 13,47% del capital social, seguido de cerca por el Abu Dhabi Investment Council, fondo soberano de los Emiratos Árabes Unidos, que posee el 13,1% de las acciones. Estas dos entidades concentran más de una cuarta parte de la propiedad de la compañía.
El fundador y actual presidente y CEO, Miguel Galuccio, mantiene una participación personal del 6,36%, que equivale a más de 6,2 millones de acciones. Junto a él, otros miembros clave del equipo fundador también figuran entre los principales accionistas: Pablo Vera Pinto, director financiero de Vista, posee el 1,54%, y Juan Garoby, director de operaciones, controla aproximadamente el 1,47% del capital.
Entre los principales inversores institucionales se encuentran firmas de gestión de activos de escala global, como Capital Research and Management Company (3,44%), Brookfield Corporation (2,34%), JPMorgan Asset Management (2,25%) y Mirae Asset Global Investments (1,72%). Asimismo, Morgan Stanley Investment Management posee cerca del 1,52%.
Según estimaciones, las instituciones financieras concentran alrededor del 50,4% del capital accionario, mientras que los accionistas internos (es decir, el equipo directivo y fundadores) suman cerca del 10,6%. El público general, a través del mercado accionario, representa aproximadamente el 26% de la propiedad, mientras que los fondos soberanos, principalmente de Medio Oriente, controlan otro 13,1%.
En paralelo Miguel Galuccio no ocupa un cargo ejecutivo en Schlumberger Argentina S.A. pero desde 2017, forma parte del Consejo de Administración de SLB (Schlumberger Limited) como director no ejecutivo independiente. Aunque no tiene una función operativa en Schlumberger Argentina, su posición en el consejo de administración de la empresa matriz le permite influir en las decisiones estratégicas a nivel local. Por su parte connoisseurs del mercado local afirman que la influencia de Schlumberger en Vista va más allá de la de un simple proveedor.