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Ruiz Moreno: “No hay dudas de que el sector renovable tiene interés en llevar adelante los proyectos de transmisión”

El sector energético de Argentina está a la expectativa de lo que pudiera pasar en torno a la expansión del sistema de transmisión, tras la aprobación de una serie ampliaciones y modernización de la red (a través de la Resolución SE 507/2023) por las que serviría para incorporar, al menos 3.550 MW de potencia renovable, como también para garantizar la confiabilidad del SADI.

Bajo esa panorama, Héctor Ruiz Moreno, gerente general de la Cámara Eólica Argentina (CEA), conversó con Energía Estratégica sobre ello y sobre la necesidad de contar con más capacidad de transporte disponible y sumar más parques a través de diferentes mecanismos.

“La Res. SE 507/2023 es un puntapié inicial institucional muy importante, ya que establece la necesidad y planifica las obras de transmisión, en un degradé relevante. Y de igual manera, la constitución de la Comisión de Transporte Eléctrico, se produjo una definición que encontramos interesante. Es un camino institucionalizado que ahora hay que trabajarlo en concreto”, sostuvo.

“Bienvenido sea todo lo que sea consolidar y estructurar una infraestructura viable y accesible para las energías renovables, con independencia de las cuestiones coyunturales. Pero a esta altura no hay dudas de que el sector renovable tiene interés en llevar adelante los proyectos de transmisión”, añadió.

Dicha Comisión en cuestión está conformada por especialistas de la propia Sec. de Energía, la Asociación de Transportistas de Energía Eléctrica de la REPÚBLICA ARGENTINA (ATEERA), la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA), el Consejo Federal de la Energía Eléctrica (CFEE), el Comité de Administración del Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal (CAF) y la Unidad Especial Sistema de Transmisión de Energía Eléctrica (UESTEE).

Y la misma analizó el Sistema Argentino de Interconexión y que existen zonas que ya se encuentran saturadas o próximas a estarlo, sin la posibilidad de vincular las regiones con potencial para las renovables con los grandes nodos de demanda.

Mientras que por el lado de la CEA, ya fueron convocados por las autoridades nacionales en algunas oportunidades para dialogar sobre las alternativas y vinculaciones público-privadas para resolver los cuellos de botella que existen actualmente.

“Los generadores del sector eólico están dispuestos a participar de la inversión de estas líneas. ¿Cuánto y cómo? Habrá que discutirlo, pero la decisión de la expansión del transporte se materializa a través de la voluntad de los generadores”, afirmó Ruiz Moreno

Un ejemplo de ello fue la inclusión en el plan nacional de línea de transmisión Vivoratá – Plomer, correspondiente al proyecto AMBA I. Obra prioritaria en 500 kV de más de 500 kilómetros que se mantuvo trabada por más de un año y que el sector pedía con urgencia para despachar más generación renovable en Buenos Aires, provincia que suma 1272 MW eólicos instalados.

“Hay una cuestión vinculada con el marco regulatorio en términos de participación privada que requiere una definición específica, pero ya estamos en charlas e intercambios y entendemos que deberían aparecer resoluciones más puntuales que abran la puerta al inicio de estas obras, con el mecanismo que fuere”, apuntó el gerente general de la CEA.

Incluso, no descartó que sea a través de la convocatoria para presentar manifestaciones de interés para gestionar y financiar ampliaciones del sistema de transmisión de energía eléctrica en alta tensión.

Llamado que ya es estudiado por la Subsecretaría de Energía Eléctrica y que sería muy similar a aquel realizado en 2022 que fue destinado a emprendimientos renovables y de almacenamiento de energía, según adelantó este portal de noticias hace poco más de una semana. Y que Ruiz Moreno consideró como una “buena alternativa como metodología complementaria u ordenadora”.

 

 

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/ruiz-moreno-no-hay-dudas-de-que-el-sector-renovable-tiene-interes-en-llevar-adelante-los-proyectos-de-transmision/

 

 

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Cuarta edición del “Premio Argentina Eficiente”

La Secretaría de Energía entregó el “Premio Argentina Eficiente 2021” en un encuentro virtual con la presencia de la directora nacional de Generación Eléctrica, Mariela Beljansky, la directora de Energías Renovables, Gabriela Rijter, representantes de las empresas participantes y público de interés.

Esta premiación, que está en su cuarta edición, tiene por objetivo reconocer a las empresas argentinas que demuestran compromiso con el uso eficiente de la energía a través de la implementación de Sistemas de Gestión de la Energía (SGEn) – ISO 50001. El reconocimiento se desarrolla en el marco de los “Premios al Liderazgo en Gestión de la Energía”, convocados por la organización intergubernamental Clean Energy Ministerial (CEM) para reconocer globalmente a las empresas que mejoran el desempeño energético en sus instalaciones y colaboran con la concientización sobre los beneficios de implementar y certificar los SGEn.

Los SGEn mejoran el rendimiento de las organizaciones productivas, promoviendo la mejora continua del desempeño energético y concientizando al personal en todos los niveles, permitiendo ahorrar entre un 5% y un 15% del consumo energético a través de medidas que requieren muy bajas o nulas inversiones. El sector de Eficiencia Energética en Sectores Productivos, dependiente de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, promueve diferentes iniciativas para la implementación de un SGEn, lo cual impacta positivamente en el crecimiento económico nacional y en la mitigación los impactos ambientales.

Para participar de la convocatoria del CEM, las empresas debieron obtener previamente la certificación de la Norma Internacional ISO 50.001 y luego explicar su caso de éxito, es decir el camino recorrido en la implementación del SGEn, detallando los proyectos llevados a cabo, las lecciones aprendidas y las claves para los logros y los cumplimientos de objetivos, los cuales suelen medirse en ahorro de energía.

En esta edición del premio, Compañía Mega S.A. resultó la empresa argentina ganadora de la instancia local, al haber obtenido el mayor puntaje a nivel internacional en el caso de éxito que presentó al CEM. En un período de dos años (julio 2019 a julio 2021), sin inversión específica sino simplemente cambiando la forma de operar de los equipos y entrenando al personal, Compañía Mega obtuvo un ahorro energético del 3,14% (monetizada por el equivalente de U$D 286.071) y una reducción total de emisión de CO2 de 5.546,26 toneladas.

Compañía Mega es una empresa nacida en 2001 que agrega valor al gas natural a través de la separación y el fraccionamiento de sus componentes ricos, recuperando el etano –una de las principales materias primas de la industria petroquímica argentina- y aprovechando también el resto de los componentes líquidos, como el propano, el butano y la gasolina natural, para otros mercados.

Del evento virtual también participaron representantes de las empresas estatales YPF Luz Complejo de Generación Tucumán y YPF Luz Loma Campana y la empresa privada Lubricantes Avellaneda S.A.U., las cuales recibieron un reconocimiento por haber llegado a esta instancia.

 

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/noticias/cuarta-edicion-del-premio-argentina-eficiente
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Reserva energética argentina de Vaca Muerta logra un nuevo récord de actividad

Vaca Muerta, la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Argentina, logró en noviembre pasado niveles récord de actividad, según informaron este jueves fuentes del sector.

La cantidad de etapas de fractura -una forma técnica de medir la actividad en yacimientos no convencionales- fue de 1.122 el mes pasado en Vaca Muerta, de acuerdo con datos recopilados por Luciano Fucello, gerente en Argentina de la firma NCS Multistage, que presta servicios en el sector de hidrocarburos.

Los datos superan la anterior marca histórica registrada en mayo último (1.079 etapas de fracturas) y confirma la tendencia creciente de actividad en Vaca Muerta verificada a lo largo de este año, tras el retroceso observado en 2020 debido a la pandemia de la covid-19.

En noviembre de 2020 se había registrado 545 etapas de fracturas.

El secretario de Energía argentino, Darío Martínez, destacó este récord como una “gran noticia porque muestra el crecimiento de un sector esencial para la reconstrucción argentina”.

El aumento de la actividad en Vaca Muerta está ligado a mejores precios internacionales del petróleo que las empresas con capacidad para exportar buscan aprovechar y a los incentivos que el Gobierno argentino otorga a la gas natural mediante el plan Gas.ar, puesto en marcha hace un año.

Vaca Muerta, con epicentro en la provincia de Neuquén, es la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo.

Tan solo se ha desarrollado un 7 % de su potencial y en 2020 se vio muy afectada por la fuerte caída en la demanda de hidrocarburos en el contexto de la parálisis económica que trajo la pandemia, pero este año se verifica un fuerte impulso en la actividad de perforación y extracción.

MÁS INVERSIONES

El récord de etapas de fractura en Vaca Muerte en noviembre coincidió con varios anuncios de inversión en la formación, entre ellos uno por 117 millones de dólares por parte de la estatal argentina YPF y la noruega Equinor en el bloque de petróleo no convencional de Bajo del Toro Norte y otro, por 300 millones de dólares hasta 2023, por parte de YPF y Shell para el desarrollo masivo del bloque Bajada de Añelo.

Fuente: https://www.efe.com/efe/america/economia/reserva-energetica-argentina-de-vaca-muerta-logra-un-nuevo-record-actividad/20000011-4690095

 

 

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Subsidios a la energía: por qué Economía calcula que van a bajar el año próximo

El Ministerio de Economía estimó para el año próximo que los subsidios a la Energía consumirán un 1,5% del Producto Bruto Interno como consecuencia de la aplicación del Plan Gas.Ar y un política de segmentación tarifaria.

En el proyecto de Presupuesto 2022 que ingresó al Congreso y cuyos lineamientos principales fueron anticipados, se establece una reducción de los subsidios derivada de la puesta en marcha del plan de Gas, la reducción de importaciones desde Bolivia y el fin de la resolución 46 que se estableció en el Gobierno anterior.

La resolución 46, del año 2017 cuando el Ministerio de Energía estaba conducido por Juan José Aranguren, en el  gobierno de Mauricio Macri, creó el denominado “Programa de Estímulo a las Inversiones en Desarrollos de Producción de Gas Natural proveniente de Reservorios No Convencionales”.

Por medio de esa resolución, se estableció un Precio Mínimo de USD 7,50 por millón de BTU (la unidad de gas) para el año 2018, de USD7 para el año  2019, de USD 6,50 para el 2020 y de USD 6 para 2021. En diciembre de este año finaliza el programa con el establecimiento del precio de referencia en dólares.

Como contrapartida, el Gobierno de Alberto Fernández estableció el plan Gas.Ar que presentó a fines de 2020.

Subsidios y segmentación

Con el combo de fin de la resolución 46 y cambios en los subsidios, los técnicos del área económica calcularon un costo de subsidios de 1,8% del PBI que se reducirá 0,3 puntos más con una política de segmentación de tarifas para usuarios.

En este punto, se espera conocer el detalle de la segmentación que determinará el aumento en el costo de la energía que corresponde a cada sector.

Plan Gas.ar

A través del decreto 892/2020, el Gobierno nacional puso en marcha el Plan Gas.Ar, una iniciativa que tiene como objetivo producir 30.000 millones de metros cúbicos de gas argentino en cuatro años; generar un ahorro fiscal de 2.500 millones dólares y un ahorro en divisas de 9.200 millones de la misma moneda.

Los lineamientos del Plan Gas.Ar que estableció el Gobierno implican:

  • Se prevé la sustitución de importaciones de 30.804 millones de m3, generando un ahorro de divisas por unos 9.274 millones de dólares y un ahorro fiscal de 2.574 millones de dólares hasta 2024.
  •  Potencia la generación de empleo y el desarrollo en las regiones productoras, tanto de sus Pymes y empresas regionales como del resto de la industria y la tecnología nacional.
  • Sustituye importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y el consumo de combustibles líquidos, y genera certidumbre de largo plazo en los sectores de producción y distribución.
  • Revierte la declinación de la producción, con sustitución de más de 30.000 millones de m3 de gas .
  • Permite armonizar la situación entre el precio necesario que fomenta inversiones con la tarifa que puede afrontar el usuario residencial.

 

 

 

Fuente:https://www.baenegocios.com/economia/Subsidios-a-la-energia-por-que-Economia-calcula-que-van-a-bajar-el-ano-proximo–20210916-0011.html

 

 

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Subsidios y tarifas: el costo fiscal de una política energética que está de regreso

En todo 2020 el Banco Central giró US$1900 millones para importar gas, mientras que entre enero y julio de este año el monto llegó a US$2700 millones; la falta de inversiones y los precios retrasados hacen que el monto total de subsidios se acerque este año a $1 billón

Hay pocas cosas que sean tan difíciles de transmitir para los gobiernos como los problemas energéticos. Para un ciudadano medio, la energía se limita a dos cosas: la primera, que la tecla de la electricidad o la llave del gas habiliten inmediatamente la luz o la llama; la segunda, la boleta que mes a mes pasa por debajo de la puerta. No hay mucho más.

Nadie ha podido resolver este dilema. El kirchnerismo se ocupó, desde que asumió en 2003, de mantener la anestesia a base de tarifas bajas, regaladas en un momento, y control de cortes a los usuarios domiciliarios. Jamás explicó que generó algo así como una realidad paralela, donde la apacible quietud escondía un desmanejo presupuestario y energético en el que germinó la más rancia corrupción. Todo fue como un Truman Show de la electricidad y el gas, que se solventó con gasto público y cortes a grandes usuarios. A pocos les importó lo que se cocinaba detrás. Nadie lo explicó, y, hay que decirlo, nadie estaba dispuesto a escuchar explicaciones.

Años después, el macrismo llegó con Juan José Aranguren como ministro del área. A la tecla de la luz, a la hornalla y a la factura –los intereses primarios del usuario–, el gobierno de Cambiemos le sumó el peso fiscal y la necesidad de generar un marco de inversiones para mejorar la oferta. La receta fue distinta: se tomó el precio de la energía y se intentó llevarlo a valores de equilibrio, además de empezar a armar un marco regulatorio y un camino de rentabilidad prometida para atraer inversiones privadas. Sin explicaciones sobre la crisis, el usuario se enteró de que la energía valía 10 veces más de lo que pagaba cuando Aranguren repartió las primeras boletas. Fue como abrir las puertas del estudio donde transcurría la vida del protagonista y decir: “Esto es una ficción; vayan afuera y vivan la realidad”. El shock fue inmediato y aquel gobierno jamás se pudo reponerse de semejante traspié.

A 20 meses de haber asumido, el gobierno de Alberto Fernández empezó a incubar otro brutal problema energético. El asunto tiene varios puntos de contacto con lo que sucedió en los tres primeros kirchnerismos: el problema no es percibido por gran parte de la sociedad, a costa de tarifas congeladas y, esta vez, energía disponible, al menos por ahora. Pero hay algunas diferencias. Una, por ejemplo, es que estos días corren con una inflación de 50% anual, además de que hay menos dólares disponibles para pagar la cuenta.

Tres fuentes consultadas estimaron que para este año será necesario que el Tesoro aporte entre 900.000 millones y un 1 billón de pesos para solventar la cuenta. Para ser más ilustrativo: casi US$10.000 millones. Algo así como tres veces el presupuesto vigente al 16 de agosto del Ministerio de Salud ($311.255 millones). Y si se quiere un ejemplo más, el doble de lo que dispone el Ministerio de Educación ($481.954 millones) para todo 2021.

Pero más allá de que la cuenta pueda cerrar este año, empieza a preocupar qué pasará en los próximos. Los procesos de reversión de estos desajustes no suelen ser rápidos.

Pero no será completa la radiografía de lo que sucede si no se repasan algunas cuestiones que se esconden en los tecnicismos de un sector determinante para la economía argentina. “La pandemia afectó la actividad económica, pero el campo sembró las mismas hectáreas, exportó prácticamente lo mismo que siempre y funcionó de una forma muy parecida a cualquier año normal. Pero cuando se mira la actividad petrolera, que se hace también en los campos, se ve claramente una enorme caída. Y pese a una recuperación, estamos lejos de los niveles prepandemia. Esa merma se verá en una caída de la producción en 2022”, dice Jorge Lapeña, exsecretario de Energía y presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.

Un regreso muy lento

Lapeña explica que la estadística recoge cuatro tipos de pozos petroleros. Uno de los que muestran lo que vendrá son los de exploración, que se perforan con la finalidad de descubrir nuevos yacimientos. Luego están los de avanzada, construidos alrededor de uno de exploración exitoso –o sea un pozo descubridor–, para determinar la extensión real de un yacimiento. Luego, claro, los de desarrollo, aquellos que producen el gas o el petróleo, o ambos. Y, finalmente, los de servicio, hechos para el yacimiento con alguna finalidad, por caso, la inyección de agua en la recuperación secundaria.

En 2018, la cantidad total de pozos terminados en el primer semestre fue de 526, mientras que un año después, en el último tramo del gobierno de Mauricio Macri, el número cayó a 467. En 2020, siempre considerando los primeros seis meses, la cifra se desplomó a 193 y este 2021, apenas llegó a 290.

“Hubo un momento en que, por un conflicto gremial y en medio de la pasividad de los gobiernos nacional y provincial, dejaron que se parara la actividad. El corazón petrolero es estar continuamente perforando. Es como si en el campo se deja de sembrar; al año siguiente no se cosecha. Acá pasó lo mismo; eso se sentirá en el corto plazo”, grafica Lapeña.

La consecuencia primaria de la caída de la producción de petróleo es la baja en las exportaciones del excedente, o de algunos crudos que no se refinan en el país, después de abastecer el mercado interno. Eso significan menos dólares que ingresan al país. La merma en la extracción de gas, por el contrario, genera la inmediata necesidad de importarlo. Justamente acá se da la contracara: los dólares para cancelar se van como agua fuera del país.

La conjunción de ambos es letal: menos ingresos de divisas por la caída de la producción y más egreso de moneda dura por la dependencia de combustible importado, que se paga al contado y a precio de mercado.

De eso saben, y mucho, dos prominentes figuras del oficialismo. Julio De Vido y Axel Kicillof. El primero fue el hacedor de la política energética que determinó la necesidad de importar combustible; el otro, el gestor del primer cepo cambiario, motivado principalmente en la necesidad de atender los números rojos de la balanza comercial energética de entonces.

Sobre el punto fiscal, la economista Marina Dal Poggetto coincide en que el impacto de los subsidios rondará los 900.000 millones de pesos. “Estará en torno a los 2,5 y 3 puntos del PBI”, afirma. Dice que este año los dólares están pero que no es una situación sostenible. Avanza en su análisis con un tema central: cuánto del costo de producción remunera la tarifa, especialmente, de electricidad. “Este mes, 40%, y se debe a cierta estacionalidad. Pero a grandes números está en torno a 50%. Es decir, habría que duplicar la tarifa para que se equilibre la cuenta. El problema es que con una inflación de 50%, la cifra va a bajar y eso torna insostenible el sistema de subsidios”, explica.

Y describe que las importaciones de gas pagadas en 2020 fueron por US$1900 millones; entre enero y julio de este año se llegó a US$2700 millones, y la proyección para 2021 es de US$3900 millones.

En el último informe del Instituto General Mosconi hay un apunte sobre una medida que se llama “cobertura” en la tarifa de electricidad, la más atrasada, según indican. La cobertura es la diferencia entre el precio que paga la demanda mayorista, como distribuidoras de todo el país y grandes usuarios industriales, y el costo de generación eléctrica promedio del mercado. “Una cobertura de 30% indica que la demanda paga un tercio del costo de generar energía mientas que el otro 70% lo pone el Estado vía subsidios que se entregan a Cammesa”, explica Julián Rojo, especialista en energía, a cargo de las estadísticas del Instituto.

Según esos cálculos (ver gráfico), actualmente lo que paga la demanda, el conjunto de todos los usuarios y las distintas tarifas, alcanza para cubrir el 38,5% del costo. Solo para entender en perspectiva, el último año de Cristina Kirchner en la Casa Rosada, con la factura que todos los meses pasaba por debajo de la puerta apenas se cancelaba el 14,2% de los costos de generación. Macri, con sus aumentos, llevó eso al 54,4% en 2018 y se despidió de Balcarce 50 con ese indicador en 64,3%. En 2020 cayó a 53,8%, algo así como mitad subsidios, mitad tarifas. Pero el último congelamiento dejó el semestre con un indicador de 38,5%.

Con elecciones en el corto plazo y con el valor electoral que el Gobierno considera que tienen los servicios baratos, nada hace suponer que el cuadro tarifario cambie. Pero la generación de energía siempre se paga. No será con la temida boleta, pero siempre hay otros métodos.

El primero, claro, es con dinero del Tesoro. Resuenan por ahí las teorías del interventor del Enargas, Federico Bernal. En pocas palabras, el funcionario, un kirchnerista de paladar negro, postula que si la Argentina entrega a gran parte de la población gratis la salud y la educación, pues por qué no podría hacerlo con parte de la energía. Valora así, la existencia de los subsidios a gran escala.

Pero de regreso a la forma en que se paga el costo de la generación, en un país sin créditos solo existe el dinero del Estado. Claro que si hubiese superávit la discusión sería otra y se centraría en esgrimir prioridades presupuestarias. Algo así como decir porqué se pone el dinero acá cuando se debería poner en otro lado. No mucho más.

Con déficit, la cosa es distinta. Las opciones son deuda o emisión. La primera es hoy imposible en el país, que no puede tomar crédito para hacer infraestructura y menos para pagar gastos corrientes. La segunda es la receta actual: prender la máquina de billetes, aunque la literatura monetaria dice que la imprenta de billetes encendida genera inflación. Y eso es, claramente, lo que sucede en el país. De regreso al inicio: los subsidios los pagan todos los argentinos, especialmente los que tienen menos recursos, que son los más afectados por la inflación.

Otro efecto del congelamiento

Más allá de la cuestión fiscal, el congelamiento de tarifas genera otro efecto. A tarifa barata, pileta climatizada y aires acondicionados en 18 grados. A menos precio, más consumo.

Daniel Gerold es uno de los hombres más escuchados en el sector energético. En su informe semanal repasa con minuciosidad qué pasa con cada una de las cuencas, las represas y hasta con el pronóstico de lluvia y nieve que determinarán el nivel de los diques. Mira la energía que viene. Con la bajante de los ríos, la entrega hidroeléctrica ya es magra. Si el consumo sube no hay más remedio que importar. “Las importaciones de gas desde Bolivia promediaron 13,7 millones de metros cúbicos durante la semana pasada, levemente mayores a las de la semana previa de 13,2 millones”; no hay mucho más que pueda ingresar por ese ducto del Norte.

Si sube el consumo (por las tarifas congeladas), ¿de dónde saldrá el gas para generar energía eléctrica? Hay dos vías posibles: más importación o más producción. Gerold explica que la única cuenca en condiciones de sumar oferta es Vaca Muerta; el resto decrece. Pero ahí se esconde uno de los principales problemas de infraestructura de la Argentina. Sucede que el yacimiento ya no tiene demasiada capacidad de transporte, ya que los ductos que llevan el gas a las ciudades están a tope. Se necesita un gasoducto nuevo y, según fuentes del Ministerio de Economía, la nueva ley de hidrocarburos, cuyo proyecto aún no fue presentado al Congreso, podría ser la base para su construcción.

Detrás de esta decisión, que llevará años de ejecución en caso de que se disponga de los US$900 millones que cuesta, está la imposibilidad de ofrecer un contexto de certezas al sector privado para que sea el financista. No hay marco regulatorio a largo plazo capaz de seducir a los dueños de los dólares para que los entierren en la Patagonia.

La otra opción es importar gas. Los puertos de Escobar y de Bahía Blanca son testigos de barcos que amarran con GNL (gas liquido) que se inyecta ya comprimido, tras un proceso que se hace en otro barco que está en el puerto. En julio, a Escobar ingresaron once barcos que provenían de Estados Unidos y uno de Qatar; y en Bahía Blanca, cinco más de este país. Eso requiere dólares frescos.

Para el final, una palabra reposada de Nicolás Gadano, un economista que dedica gran parte de su tiempo a la energía. “Estamos trabados en discusiones de cortísimo plazo y en problemas locales, y el mundo avanza en una transición energética para salir de los hidrocarburos. Es algo que no se tiene en cuenta. El petróleo o el gas podría ser un activo varado”, dice.

Si eso sucede y la infraestructura no llega a tiempo para sacar el petróleo y el gas, pues sería como entregarle el certificado de defunción a la pobre Vaca Muerta

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/subsidios-y-tarifas-el-costo-fiscal-de-una-politica-energetica-que-esta-de-regreso-nid22082021/
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Rusia invita a Argentina a planta de energía nuclear en alta mar similar a la planeada en el Atlántico Sur

Las intenciones de Rusia de instalar plantas de energía nuclear en Argentina dieron un nuevo paso el lunes cuando la agencia Rosatom invitó a funcionarios argentinos a visitar su planta flotante en Siberia.

El subdirector de Rosatom, Kirill Komarov, envió una carta a José Luis Antúnez, director general de Nucleoeléctrica Argentina, la agencia estatal a cargo de las plantas locales Atucha I, II y Embalse, para ver la central nuclear flotante frente al puerto de Pevek, en las costas árticas.

Aún se desconoce si Antúnez aceptará la invitación y, si lo hace, resta saber la fecha del viaje. Fuentes rusas insistieron en que esperaban que ocurriera en los próximos meses.

Argentina y Rusia han firmado diferentes macro acuerdos en este sentido desde 2008, que el gobierno de Vladimir Putin reflotó durante las negociaciones para la compra y posterior producción local de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V.

A principios de este año, el embajador de Rusia, Dmitry Feoktistov, explicó que su país había propuesto al ministro de Economía, Martín Guzmán, avanzar en la construcción de dos centrales nucleares, una en la Argentina continental y otra en alta mar, de las cuales solo hay una en todo el mundo, la que Antúnez fue invitado a visitar.

La “Akadémik Lomonósov” cuenta con dos reactores KLT-40S de 35 megavatios cada uno, con capacidad para suministrar electricidad a una población de casi 100.000 habitantes. Según el proyecto conjunto, Argentina suministraría la estructura marítima mientras que Rusia estaría a cargo de los reactores nucleares.

Las autoridades uruguayas ya expresaron su preocupación y solicitaron un informe sobre la posible construcción de la central nuclear.

Antúnez es bien conocido por Rosatom por su participación mutua en el desarrollo de Atucha II entre 2005 y 2015. También fue bastante instrumental en la promoción de la relación energética con China, que busca expandir las fronteras nucleares y cuyos principales objetivos incluyen reanudar la construcción de el Reactor CAREM de baja potencia y el relanzamiento de la construcción de una planta de agua pesada en Neuquén.

Fuente: https://es.mercopress.com/2021/06/15/rusia-invita-a-argentina-a-planta-de-energia-nuclear-en-alta-mar-similar-a-la-planeada-en-el-atlantico-sur
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Energía en Argentina y el mundo: qué pasó en el 2020 y cómo será el 2021

Los argentinos estamos acostumbrados a que los años no sean lo que esperamos. Esta vez el mundo también se tuvo que habituar a lo impensado. A fin del 2019, a nadie le llamó la atención la aparición de un nuevo virus en China. En Argentina, gran parte de la población se esperanzaba con la posibilidad de que un nuevo Gobierno con diferentes políticas hiciera crecer la economía. La energía local estaba en pausa, esperando a la política económica: por el tipo de cambio, por los precios, por la tasa de interés y por las tarifas.

Aunque sabemos que los pronósticos no están hechos para cumplirse, creemos en el ejercicio. A continuación los principales hechos del año pasado y predicciones del venidero sobre los temas energéticos.

1) DERRUMBE Y RECUPERACIÓN DE LA DEMANDA ENERGÉTICA MUNDIAL Y LOCAL

Según la IEA (International Energy Agency), en 2020 la demanda de energía mundial se desplomó un 5,3%: con un impacto del 8,5% en combustibles líquidos utilizados mayormente para el transporte y sólo un 3,3% para el gas utilizado mayormente para generar energía eléctrica. La excepción fueron las renovables con un crecimiento del 0,9%.

Con la fuerte recuperación de Asia del Covid y la aparición de las vacunas, esperamos que el consumo mundial se reponga firmemente en 2021. No creemos que vuelva a niveles del 2019, por las restricciones al transporte general en Occidente y un adelantamiento de cambio cultural que nos lleva a trabajar más desde nuestras casas. Como dato interesante, a pesar de la crisis, la economía y la energía de China crecerán de todas formas en el año 2020, en el 3er trimestre su PBI ya creció un 4,9% frente al 2019.

En Argentina, con datos hasta octubre o noviembre, en el 2020 frente al 2019 acumulado, el consumo de combustibles líquidos se desmoronó un 19%, de gas un 4% y de energía eléctrica solamente un 1%. En un año electoral en el que ya se adelantó que los aumentos tarifarios serán mínimos, esperamos una recuperación en gas y energía eléctrica pero no en líquidos donde también vemos una tardanza en recuperar la movilidad (con aperturas y cierres hasta que la vacunación sea masiva) y menor transporte a los trabajos.

 

2) DESPLOME Y ASCENSO DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES DEL PETRÓLEO, VOLVIÓ EL BARRIL CRIOLLO EN ARGENTINA PERO POR POCO TIEMPO

2020 va a ser recordado como el año en el que el WTI, marcador del precio de crudo de Estados Unidos por excelencia, tuvo una cotización negativa por la falta de lugar para almacenar el crudo que nadie demandaba. Los crudos internacionales bajaron de u$s 60 por barril a comienzo del año a 20 en abril, terminando el año en alrededor de u$s 50 en diciembre, una gran

Para el año 2021 creemos que el precio del crudo seguirá subiendo. Además de la recuperación de la demanda, la suspensión de inversiones enormes en upstream convencional y no convencional harán que la oferta sea menor sumado a la cada vez más fuerte política de descarbonización que hace que bancos y fondos dejen de invertir en proyectos de hidrocarburos.

En Argentinaen mayo volvió el Barril Criollo que fijaba el precio local en u$s 45 por barril como piso, sin embargo duró poco porque el precio internacional se recuperó a los pocos meses. También se quitaron las retenciones para precios menores a u$s 60 por barril. Ya estamos acostumbrados que cuando baja fuerte el crudo en el mundo, se establece en nuestro país un precio sostén para mantener la actividad. Cuando sube abruptamente en el mundo, agregamos retenciones a la exportación para que no suba localmente. De esta manera, nuestro país actúa como un hedge natural frente a las fluctuaciones del precio de crudo, protegiendo a los consumidores o a las empresas según el caso.

Para el año 2021, con una suba del precio de crudo, no imaginamos grandes variaciones en este sentido en las regulaciones de precios del upstream. Distinto será el caso del downstream donde habrá mayores tensiones para subir los precios de las naftas y hacer más rentable la actividad de YPF frente a la señal inflacionaria en un año electoral.

3) UN NUEVO PLAN ARGENTINO QUE CONTRACTUALIZA EL GAS A 4 AÑOS SUBSIDIADO POR EL ESTADO

Con la producción de gas cayendo un 8% anualmentenula inversión en perforación de este fluido en el 2020 y el precio bajando en los últimos 3 años (llegando en noviembre del 2020 a un valor un poco menor a los u$s 2 por MMBTU), luego de anunciarlo desde marzo, en diciembre se efectuó la licitación para contractualizar el gas que consumimos los usuarios domiciliarios, comerciales y las usinas eléctricas por los próximos 4 años.

La licitación permitió asegurar un piso de 100 MMm3/d de gas (70 para los residenciales/usinas eléctricas y 30 para el resto del mercado). Este es el volumen aproximado necesario para satisfacer el consumo de verano en nuestro país (en invierno el consumo residencial se multiplica por 5). El precio promedio de la licitación fue de u$s 3,5 por MMBTU, un 50% superior al precio de gas total del último año. La diferencia entre ese precio en dólares y las tarifas, se subsidiará con emisión monetaria.

Gracias a la gran participación en la licitación del Plan Gas (mucha alternativa no le quedaba a las empresas porque se licitaba el 80% del mercado), creemos que se logrará con un volumen muy importante de inversiones que detendrá la caída de producción evitando importar gas masivamente. Sin embargo, y como ocurrió en el invierno del 2020 que se importó en julio el equivalente a 19 MMm3/d en líquidos, se deberán importar líquidos o hasta se está hablando del retorno de otro barco regasificador en Bahía Blanca para evitar cortes de gas a la industria.

Triste historia de un país al que le sobra el gas en el subsuelo pero no logra la ejecución de un plan y políticas para poder exportarlo masivamente.

 

4) LA PRODUCCIÓN HIDROCARBURÍFERA LOCAL NO LOGRA RECUPERARSE

La producción de petróleo está estancada hace 6 meses en un 9% debajo de los valores prepandemia. Este valor es menor que la baja en consumo (del 18%), la diferencia fue compensada por las exportaciones que aumentaron en el año un 21% (la cuenca neuquina volvió a exportar crudo) y un aumento del stock. La falta de reactivación del consumo de líquidos y en consecuencia de inversión causó este amesetamiento de la producción. Si el precio del crudo sigue recuperándose debería volver la inversión siempre y cuando la macroeconomía lo permita. En particular muchas empresas se volcaron al gas con el Plan Gas y podrían no contar con suficientes fondos para reinvertir en crudo (está restringida la compra y remisión de divisas al exterior).

 

La producción de gas nacional cayó 8%, estimamos que no caerá más debido al precio atractivo del Plan Gas y sus altas penalidades por no cumplir los volúmenes establecidos.

 

5) LÓGICO DESPLOME DE LA INVERSIÓN MUNDIAL Y LOCAL CON RECUPERACIÓN GRADUAL

La inversión en energía en el mundo se desplomó un 18,3% en 2020 según la IEA, un valor casi 4 veces más grande que la demanda energética.

En Argentina, en hidrocarburos upstream, las empresas habían estimado a principio del año una inversión de u$s 5000 millones, casi 30% menor a la del 2019. Con el avance de la pandemia, creemos que la inversión con toda la suerte pudo haber alcanzado la mitad, u$s 2500 millones. La perforación y fracturas llegaron a cero en abril con una recuperación lenta para la perforación y muy buena para las fracturas que en diciembre llegaron a niveles del 2019 (reactivación en áreas de gas).

Para el año 2021, va a tener que haber inversión bastante fuerte en gas para lograr el compromiso del Plan Gas de al menos mantener durante todo el año la producción por empresa y cuenca del invierno del año 2020. En el crudo, dependerá de lo que pase con el precio y el costo de financiamiento. Los pozos de Vaca Muerta están teniendo cada día mejores resultados. En 2020, en los primeros diez meses de producción, los pozos de petróleo tuvieron un rendimiento un 25% que en el 2019 y un 100% que en el 2018, con ramas horizontales cada vez más largas y mayor cantidad de fracturas por pozo.

6) ENERGÍAS RENOVABLES SON LA EXCEPCIÓN EN EL MUNDO Y ARGENTINA

A pesar de las fuertes caídas de producciones de energía, las renovables siguen ganando espacio, sumando eficiencias y bajando sus costos. En 2020 la producción de energías renovables creció 0,9% en el mundo y un impresionante 65,5% en la Argentina, llegando a representar en nuestro país un 12% de la energía generada en noviembre del 2020. El boom de inversiones en renovables de los últimos años está dando sus frutos a pesar de que muchos proyectos están parados por falta de financiamiento.

En el 2021, no creemos que estén las condiciones para aumentar fuertemente la capacidad en Argentina como sucedió en los años anteriores. Tampoco lo vemos como una prioridad en este momento para el Estado con toda la problemática más compleja que tiene por delante.

7) ESTAMOS FINALMENTE EN UNA NUEVA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Además de disminuir las emisiones de dióxido de carbono en casi un 7% por la parálisis, la pandemia del coronavirus parece habernos hecho conscientes que habitamos el mismo planeta y que todos podemos sufrir las consecuencias de tragedias globales.

De esta forma, además de los países (en particular China para el 2050), gran cantidad de empresas petroleras (en particular las europeas) se han convertido en energéticas y fijado objetivos de emisiones netas cero para las próximas décadas.

Estas transformaciones tan fuertes de empresas originalmente muy hidrocarburíferas a energéticas con gran foco en renovables, en muchos casos pueden estar incentivadas por fines políticos y de imagen pública, la fama del petróleo está en franco deterioro.

Más luego del triunfo de Biden con una agenda mucho más verde que Trump. En un mundo con todavía un 85% de matriz energética vinculada al carbón (petróleo gas y carbón), ya no se habla de ir al gas más limpio que el carbón para generar energía eléctrica o movimiento de vehículos sino directamente a los vehículos eléctricos o a la pila de hidrógeno. En el transporte terrestre, marítimo o aéreo es donde el petróleo parecía más difícil de reemplazar. El boom de Tesla con su increíble cotización de mercado parece estar marcando el camino.

En Argentina con una matriz energética primaria todavía del 90% de hidrocarburos, va a ser difícil seguir ampliando las energías renovables que requieren bajos costos de financiamiento y libertad en las importaciones de paneles o molinos competitivos producidos mayormente en China que requieren divisas.

 

8) LA ENERGÍA SEGUIRÁ SUPEDITADA A LA MACROECONOMÍA DEL PAÍS

Con la sensación de que está comenzando la segunda ola de la pandemia y menor paciencia por lo terrible de la economía del año, parece no haber lugar para una macroeconomía más amigable con las inversiones sino con pisar las tarifas, cuidar que no salgan los dólares y que no estalle la inflación y devaluación. Tampoco en un año electoral parece haber espacio para un acuerdo con el FMI que requeriría un ajuste del déficit fiscal.

De esta forma, no vislumbramos la llegada de importantes inversiones en el sector sino la reinversión de las utilidades de las empresas. También podría haber algunas compras de activos por temas políticos o por los valores tan bajos de cotizaciones de las acciones argentinas.

Esperemos que el 2021 sea el año de la vacuna y la recuperación. Ojalá logremos capitalizar y adoptar las mejores prácticas que el 2020 tan violentamente nos impuso para así construir un futuro mejor.

fuente: https://www.cronista.com/columnistas/energia-en-argentina-y-el-mundo-que-paso-en-el-2020-y-como-sera-el-2021/

Información de Mercado

Cuestionado, renunció Lanziani y la Secretaría de Energía pasa a la órbita de Guzmán

Tras la renuncia de Sergio Lanziani, que se fue en medio de críticas y cuestionamientos internos, el presidente Alberto Fernández resolvió pasar la Secretaría de Energía a la órbita del Ministerio de Economía.

Así, el flamante responsable de Energía, el diputado neuquino Darío Martínez, rival de Oscar Parrilli en la interna provincial, reportará a Martín Guzmán, que robusteció su rol a partir del acuerdo con los acreedores externos.

El argumento central para el cambio fue que la Secretaría de Energía es “clave” para darle orden al programa macroeconómico y fiscal. “El desarrollo de la energía es esencial para que la Argentina no se choque contra la restricción de dólares. Cuando el país se recupera, que es lo que vemos para el 2021”, dijo Guzmán en una entrevista hace una semana.

El titular del Palacio de Hacienda ya había dado pistas de lo que se terminó de desencadenar en las últimas horas. “Cuando nos recuperamos también demandamos más divisas, porque la recuperación requiere de importaciones. Lo que necesitamos también es generar más divisas, eso se logra con exportaciones y energía es fundamental, tanto para no tener que importarla y ahorrarnos dólares, como también para poder exportar y generar dólares”, graficó.

Desde el Gobierno informaron que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, le pidió la renuncia por ser parte de su órbita. Lanziani, según explicaron fuentes oficiales, estaba desgastado. “No lo echamos antes gracias al Covid, pero se tendría que haber ido antes”, describió uno de los hombres de confianza del Presidente.

Lanziani venía siendo reiteradamente señalado tanto dentro del propio gabinete, como entre los actores del mundo energético por su gestión, y desde hace bastante tiempo era número puesto para dejar su cargo. De hecho, hace tiempo circulaba la versión de que le estaban buscando reemplazo, ronda en la que también sonó el nombre de Aníbal Fernández, hoy interventor en los yacimimientos carboníferos de Río Turbio.

El ahora exfuncionario, un ingeniero nuclear de Misiones, había estado afuera de varias decisiones clave del sector energético, la última de las cuales fue el aumento de naftas dispuesto esta semana por YPF.

En La Cámpora habían señalado más de una vez que desde que empezó la pandemia la Secretaría de Energía ni siquiera operaba en el edificio donde están todas las dependencias económicas, y que Lanziani estaba trabajando desde la sede de la estatal Nucleoeléctrica Argentina, en Villa Martelli, lo que era interpretado una señal de su distancia de la gestión real.

El flamante secretario de Energía es un dirigente de larga trayectoria en Neuquén y en los últimos meses se desempeñó como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. “Tiene una buena relación con Alberto y con el peronismo en general”, resaltaron en Balcarce 50.

En su provincia, siempre pulseó el poder contra Parrilli, quien, según fuentes oficiales, le obturó la posibilidad de ser el candidato a senador. Lugar que finalmente ocupó el extitular de la AFI de Cristina Kirchner. Una particularidad: su nombramiento se hizo público justo el día en que en el Gobierno masticaban bronca contra Parrilli por la inclusión de la cláusula que obliga a los jueces a denunciar presiones mediáticas en el dictamen de la reforma judicial.

 

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/renuncio-secretario-energia-despues-cuestionada-gestion-nid2427492

 

 

 

 

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Alberto Fernández: “Las tarifas eléctricas y de gas no van a tener cambios hasta fin de año”

CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) – El presidente de la Nación, Alberto Fernández, explicó el proceso que desencadenó con el acuerdo con los bonistas que el arco político evaluó con satisfacción. Indicó que el ministro de Economía, Martín Guzmán, “interpretó mi demanda política de pagar la deuda sin el sacrificio de la gente”.

En una entrevista con C5N, el jefe de Estado también aseguró que “las tarifas eléctricas y de gas no van a tener cambios hasta fin de año”.

“En campaña, recibí a la Delegación del Fondo y les dije que dejen de prestar plata porque no íbamos a poder pagar. Hay que mencionar a los 6 premios Nobel dijeron que la salida de Argentina era razonable. Estoy agradecido al Papa Francisco, a López Obrador (México), Merkel (Alemania), Macron (Francia), Sánchez (España) e incluso a Georgieva del FMI por la colaboración”, destacó.

El presidente aseguró que “no tuvimos ningún doblez interno en esta discusión. Cristina es parte de esta decisión. Es importante la Unidad a pasar de algunos matices. Esto es el resultado de todo un Gobierno. Me puse duro en la negociación y tanto Cristina como Lavagna me ayudaron a ver el contexto: sostenibilidad económica y  política”.

Manifestó que “estamos volviendo a entrar al mundo. Lo mejor es que estamos entrando al mundo, dignamente. Queríamos resolver un problema del que éramos ajenos”, agregó.

Las 5 reglas 

“Uno tiene que tener en claro los objetivos principales son la inversión y el trabajo. Las 5 reglas fundamentales de nuestro Gobierno son desendeudarse, acumular reservas, contar con un dólar competitivo que le permita a Argentina meter productos en el mundo, recuperar equilibrio fiscal y alcanzar el superávit comercial” explicó.

Indicó que “desde hace 2 semanas, De Pedro y Kulfas están hablando con los Gobernadores. Propuse la división en 6 regiones porque al Noroeste, Litoral, Cuyo, Patagonia y Centro se suma el AMBA. En la Patagonia, los problemas son la Pesca y el Petróleo que se viene recuperando. Queremos llegar con las mejores medidas para las economías regionales. Las medidas apuntan a darle un incentivo a la producción a través de facilidades impositivas y créditos blandos” añadió.
“El mejor capitalismo es el que produce, no el que especula”.

 

Fuente: https://www.adnsur.com.ar/politica/alberto-fernandez—las-tarifas-electricas-y-de-gas-no-van-a-tener-cambios-hasta-fin-de-ano-_a5f2a0c7d5b00b33b63e1d682

 

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Compre Nacional: IMPSA cuestiona las exenciones impositivas a las importaciones que plantea la ley de renovables

23 de noviembre de 2015 | Energías Renovables

Emilio Guinazu, Gerente Comercial de la empresa fabricante de aerogeneradores de alta potencia, analizo algunos puntos clave que las autoridades deberan tener en cuenta a la hora de aplicar la Ley 27.191. Al igual que otros expertos del sector, considero que el objetivo de la norma es demasiado ambicioso y tiende a primar la generacion de energia electrica por sobre la cadena productiva nacional.
Durante el pasado miércoles 11 de noviembre se llevó a cabo una jornada organizada por el Clúster Eólico Argentino que agrupó a reconocidos industriales, empresarios y funcionarios nacionales. Allí expusieron sobre el desarrollo del sector eólico nacional y discutieron sobre la reglamentación de la nueva Ley de Energías Renovables.
Ante la presencia de Estaban Kiper, vicepresidente de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMESSA) y uno de los especialistas avocados a la instrumentación de la 27.191, Emilio Guiñazú, Gerente Comercial de IMPSA, señaló algunos aspectos que considera necesarios a la hora de la aplicación de la Ley.
En diálogo con energiaestrategica.com, el empresario amplió sobre estos conceptos, pero ante todo reconoció dos grandes falencias: su objetivo “extremadamente audaz” y “difícil de cumplir” y la priorización de la generación de la energía eléctrica renovable por sobre el incentivo de la industria nacional, puntos de vista compartido por expertos del sector.
Es por ello que propuso “redefinir los objetivos temporales para no desalentar su efectivo cumplimiento”, es decir, achicar la meta del 8 por ciento de la matriz energética argentina con energías renovables para 2017, ya que hoy significa sólo el 0,6 por ciento y no desatender a la industria nacional con medidas de aranceles cero a la importación de equipos e insumos hasta el 31 de diciembre del 2016, que busque rápidamente incorporar MW renovables en detrimento de la industria nacional.
Puntos salientes
Para el referente comercial de IMPSA se debe impulsar un “estricto cumplimiento del Compre Nacional para las inversiones hechas por empresas del estado”.
Sostuvo que será necesario proteger no sólo a los grandes productores de equipos sino también a los proveedores locales para generar una cadena de valor robusta. “No existe dependencia ni seguridad energética sin dominio de las tecnologías que la producen”, subrayó.
Otro de los puntos que remarcó es el de reservar los fondos del FODER exclusivamente a los proyectos que certifiquen el contenido nacional. El directivo puso como ejemplo a los programas brasileros PROINFA (2004 – 2010) y FINAME, del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), ambos promotores de la industria brasilera.
Contó que cuando IMPSA quiso tomar financiamiento en Brasil, las entidades se les requirieron un 60 por ciento de contenido brasilero, de lo contrario no obtendrían ni la firma del PPA. No obstante, les daban como incentivo tarifas promocionadas y un plazo de trabajo de 5 años con el objeto de darle tiempo a la industria local. “Hoy Brasil cuenta con 5 fábricas instaladas capaces de atender una demanda de más de 2.500 MW anuales”, concluyó.
Por otro lado, señaló que “deben extenderse los beneficios fiscales a la cadena completa de valor”. Dijo que si bien la ley contempla este punto, no está claro qué sucede con la acumulación de los créditos fiscales.
Justamente en Brasil se encontraron con ese problema. En palabras de Guiñazú: “Allá el desarrollador del parque está exento de todos los impuestos, pero nosotros, los fabricantes, pagábamos impuestos por los insumos, como palas, torres, y nos quedaba una gran acumulación de créditos fiscales. Entonces, o mandábamos al costo a esos impuestos, quedando la máquina poco competitiva, o acumulábamos los créditos fiscales, que en el balance quedaban bonitos pero financieramente nos destruían la compañía”, recordó.
“Es un tema que debe estar muy bien estudiado e implementado porque si no termina perjudicándonos”, consideró.
Por último, propone que el estado nacional debe estimular el desarrollo de parques eólicos que certifiquen contenido nacional y darles “una tarifa incrementada en un 25 por ciento, con reducciones anuales del 5 por ciento hasta llegar a 0 al término de 5 años”.
Da el ejemplo del Parque Eólico de Arauco que en sus inicios apostó por la industria nacional lo que le llevó mayor demora en el desarrollo de tecnología y un costo más elevado en las máquinas, pero permitió el desarrollo de la cadena productiva eólica lo que reproduce puestos de trabajo para la Argentina.
“No se trataría de premiar sino de compensar el riesgo con una tarifa más alta que se vaya acomodando a través del tiempo. Teniendo en cuenta los beneficios que eso produce, al estado le termina saliendo más barato prestar este tipo de apoyos”, remata Guiñazú.
“El desafío ahora será introducir estos puntos de vista sobre una Ley que ya está escrita y en busca de una reglamentación”, finaliza el Gerente Comercial de IMPSA.

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Informacion, Información de Mercado

Energías Renovables, la oportunidad del viento

En el siguiente artículo le presentaremos informe especial sobre el avance de los parques eólicos en Argentina y su comparación con los avances en el resto de los países del mundo.
El proceso Genren (Dec 562/09) adjudicó mediante licitación (Res 712/09) los siguientes proyectos eólicos,

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Todos estos proyectos cuentan con excelentes factores de planta que superan el 40% y un precio muy atractivo para el inversor. La realidad marca que sólo se han logrado instalar 80 MW y el resto está en búsqueda financiamiento. A continuación detallamos los proyectos instalados en Argentina hasta el momento y los potenciales a ser incorporados en los próximos años.

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Si bien los proyectos instalados totalizan 138 MW, solo 80 MW se encuentran dentro del marco del Genren. Los proyectos con mayor posibilidad de realización en los próximos 2 años son los parques eólicos de Puerto Madryn por 220 MW y el proyecto de la localidad de Tornquinst.
Aun considerando el éxito de ambos proyectos, el porcentaje de energía eólica sobre el total de capacidad instalada resulta muy bajo frente a otros países del mundo que tienen vientos de calidad muy inferior al que tenemos en gran parte de nuestro territorio.

A continuación les mostramos ranking de capacidad instalada sobre capacidad total por país, donde Argentina se ubica en el puesto 53.

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Es importante destacar algunos ratios sobre la intensidad de nuestro viento:
– Más del 70% del territorio tiene vientos por encima de los 5 m/s que permiten generar energía con éxito a través de molinos de viento.
– Cerca del 40% del territorio tiene potencia para factores de planta superiores al 35% para rendimientos medios de las turbinas de viento.
Si bien Estados Unidos muestra una desaceleramiento de los proyectos renovables producto de la explosión de la reservas de gas no convencional con un fuerte caída en el precio del mismo, esto no es una excusa para la argentina que tiene la posibilidad de sustituir más de 1800 MW planos durante todo el ano de energía térmica con un costo superior a los 140 US$/MWh. Este precio contempla los combustibles utilizados para la generación de energía (Fuel Oil + Gas Oil + GNL). Además de los beneficios económicos que producirá en el sistema, reduciríamos las emisiones deCO2 generando diversificación en la matriz energética de generación.

Autor: Ing. Diego Rebissoni Director Energía y Mercados. Asesoramiento Profesional en Energía.