

Los proveedores argentinos de Vaca Muerta han transitado una curva de aprendizaje significativa en la última década, con avances notables en eficiencia, productividad y reducción de costos. Esas mayores capacidades les otorgan ahora la posibilidad de intentar competir o integrarse en los Estados Unidos, tal como expresaron a EconoJournal diferentes ejecutivos en la 55° edición de la Offshore Technology Conference (OTC) que se lleva adelante en Houston. Sin embargo, al mismo tiempo muchos se mostraron preocupados por el avance de China en el país, sobre todo luego de que el gobierno flexibilizara la importación de maquinaria usada proveniente del gigante asiático a través del decreto 273/2025.
La delegación argentina presente en el NRG Stadium de Houston puso el foco en ampliar su presencia en nuevos mercados, incrementar exportaciones y adquirir conocimientos en nuevas tecnologías en una de las ferias tecnológicas más importantes de la industria petrolera norteamericana que reúne a unas 1.300 compañías del sector. El pabellón de Argentina congregó a 97 empresas en esta edición.
“Profesamos el desarrollo de tecnología y trabajo argentino. Lo que queremos es promocionar nuevas exportaciones, que se desarrollen localmente algunas tecnologías que no se fabrican en Argentina, pero con apoyo local. Hoy nuestras empresas exportan a 60 países porque tenemos un ADN exportador”, señaló Leonardo Brkusic, titular del Grupo Argentino de Proveedores Petroleros (GAPP) en conversación con EconoJournal.
El titular de GAPP celebró que por primera vez en 16 años Argentina contara con un pabellón en la OTC y que muchas empresas se animaran a tener presencia allí y sostuvo que “desde el grupo impulsamos a que vengan para que vean otra dimensión de la industria y puedan encontrarse con jugadores de todo el mundo”.
Nuevo escenario
Brkusic planteó que el escenario global se redefine con la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China y plantea nuevos desafíos para la industria. Agregó que la nueva medida aprobada por el Ministerio de Economía que permite importaciones bienes de capital usados también inquieta a las empresas argentinas: “El objetivo de estar acá también es entender esta nueva dinámica con el cambio de escenario geopolítico. Hay mucho semielaborado chino que va a traer complicaciones en el mercado norteamericano. Hoy Argentina tiene una mirada aperturista que no nos asusta, pero nos inquieta, y a nivel mundial es un escenario complejo con los aranceles”, sostuvo.
En este contexto, otras compañías argentinas expresaron a Econojournal que la nueva normativa “podría terminar con muchas industrias. Todavía es temprano para saber adónde vamos. Los menores controles en algunos casos tienen lógica, pero en otros no, como en el caso de las plantas modulares. Es muy difícil para un productor o fabricante de bienes que ha invertido en maquinarias y en capacitación para sus empleados ponerlo a competir con un producto usado. No resiste”.
Otra fuente consultada, señaló que “antes existía un monitoreo sobre la producción local y los pedidos de importación eran muy pocos y en algunos casos se rechazaban equipos que estaban en un estado desastroso. Ahora sin regulación entendemos que todo el mundo se va a animar a traer y para algunas operaciones como campos maduros se puede comprender, pero hay una industria argentina que sufre los mismos costos que tiene la economía del país y hay que lidiar con eso”.
Otro empresario del sector de servicios también se mostró preocupado acerca de las importaciones de China y afirmó que muchas operadoras ya están buscando contratar servicios desde el país oriental: “Las petroleras nos están exigiendo que bajemos los precios o compran en China. Sabemos que viajaron muchos a buscar proveedores allí y para nosotros es imposible competir con ellos”, dijo. En relación a la llegada de bienes usados, la misma fuente agregó que “algunos los va ayudar, pero a otras empresas las va a matar”.
, Laura Hevia
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