Al norte del Gran Buenos Aires, en el Parque Industrial Pilar, Pampa Energía inauguró en 2017 la Central Termoeléctrica Parque Pilar, una de las centrales generadoras más modernas del parque termoeléctrico argentino. Nacida al calor de la Resolución 21/2016 que apuró la construcción de distintos proyectos para atender a una demanda eléctrica urgente, la historia de esta joven central de 100 MW de potencia eléctrica es también un motivo de orgullo para Wärtsilä, ya que Pampa Energía no solo eligió por primera vez un diseño completo de planta del gigante finés, sino que también le confió la operación y el mantenimiento del activo.

Para Wärtsilä, Parque Pilar es un ejemplo de las soluciones de generación firme y flexibles que la compañía puede ofrecer a la red eléctrica nacional para acompañar la creciente penetración de las energías renovables y su generación variable, según lo señalado por representantes de la empresa durante una recorrida de EconoJournal por la planta. También contaron que están ofreciendo su tecnología de baterías para las empresas que competirán en la licitación de almacenamiento AlmaGBA.

«Tenemos la responsabilidad de velar por las instalaciones existentes, que en Argentina son 15, más una central en Uruguay», indicó Javier Ricciarelli, Managing Director para Argentina y Uruguay de Wärtsilä.

Termoeléctrica Parque Pilar

Inaugurada en agosto de 2017, Parque Pilar en unos meses cumplirá ocho años de operación comercial. La central termoeléctrica propiedad de Pampa Energía es fundamentalmente una planta de «peaking«, es decir, que sirve para cubrir los picos de demanda eléctrica cuando la generación de base es insuficiente.

Las plantas de pico necesitan de tecnologías flexibles, capaces de arrancar y parar para complementar las variaciones en la demanda. En ese sentido, Parque Pilar cuenta con seis motores eléctricos Wärtsilä de 16,6 MW de potencia por unidad, totalizando prácticamente 100 MW, configurados para consumir tanto gas natural como fuel oil.

La planta destaca por su muy alto nivel de disponibilidad: durante el año, esta 99,7% del tiempo disponible para despachar energía si así lo demanda CAMMESA, la compañía administradora del despacho eléctrico nacional.

Parque Pilar viene registrando un promedio de 3000 horas de operación por año, lo que arroja un factor de carga de 30%. Lo usual es que genere energía al 100% de la potencia, aunque es capaz también de despachar cada motor de forma individual si CAMMESA pide menos potencia.

Los motores son técnicamente capaces de alcanzar el 100% de su potencia en 15 minutos. De hecho, los representantes de Wärtsilä recordaron que Parque Pilar fue una de las plantas con las que se ejecutó el arranque en negro del sistema interconectado nacional en el recordado apagón total del día del padre de 2019, gracias a su capacidad para comenzar a generar a plena potencia de forma rápida.

Además de otorgarle el diseño de planta y su construcción, Pampa Energía tercerizó a Wärtsilä la gestión de la planta, a través de un contrato de full operación y mantenimiento. “Es la primera vez que se le logra vender a Pampa una planta de la tecnología Wärtsilä y es también la primera vez que Pampa delega en un tercero la operación de un activo”, subrayó Federico Romano, gerente de Contratos de Wärtsilä.

Tecnología muy competitiva

El origen del proyecto Parque Pilar se remonta a la Resolución 21/2016, por la que el gobierno de Mauricio Macri convocó a empresas a ofertar nueva capacidad de generación térmica, en la emergencia eléctrica nacional declarada en ese entonces.

De hecho, Wärtsilä participó en siete centrales de generación térmica que fueron adjudicadas a través de esa convocatoria a distintas generadoras, incluyendo Parque Pilar y una planta gemela en Ingeniero White, ambas para Pampa. «De los siete contratos ninguno se incumplió en el plazo de entrega y con ninguno de los clientes tuvimos problemas», destacó Ignacio Aguirre, gerente de Desarrollo de Negocios de Wärtsilä.

La Resolución 21/2016 fijó precios elevados para la energía despachada por estas plantas debido a las condiciones peculiares de la convocatoria, que demandaba una entrega ultrarápida de los proyectos, pero sin garantizar un despacho continuo. Wärtsilä subraya que Parque Pilar ya estará amortizada cuando el contrato actual venza en 2027 y que, por su tecnología, será muy competitiva frente a las máquinas turbovapor existentes en el sistema argentino.

Un producto flexible para cada cliente

En Wärtsilä entienden que el valor de sus productos reside en la flexibilidad. La compañía explica que el diseño de sus motores eléctricos es inherentemente flexible: puede adaptar sus productos a los requisitos de potencia y las necesidades de cada cliente y entregarlos en los plazos estipulados gracias a su modularidad.

La minería es un rubro en donde esa flexibilidad de diseño es apreciada. Actualmente hay cuatro proyectos mineros que utilizan motores eléctricos de la empresa finesa, con tres de estos ubicados a 4000 metros o más de altitud. Son los mismos motores que en las centrales eléctricas, pero construidos con una menor potencia.

También provee sus motores eléctricos para las grandes industrias. Un ejemplo es la planta malteadora de Boortmalt en Santa Fe, en donde se utiliza cogeneración: al combustible empleado en las calderas que generan el calor para el tostado de los cereales se le da un segundo uso para impulsar un motor de 10 MW.

La empresa también ofrece otro tipo de soluciones de generación, como es el caso de baterías para almacenamiento de energía. Precisamente, la compañía esta cotizando su tecnología de baterías de litio ferro fosfato para las empresas que están interesadas en participar en la licitación de almacenamiento AlmaGBA, la primera subasta de baterías estacionarias para suministrar energía a la red que se realizará en el país.

En un contexto internacional de alta demanda de turbinas a gas natural para centrales generadoras y con plazos de entrega que se han estirado, en Wärtsilä creen tener una cartera de productos alternativos que se adaptan a las necesidades de cada cliente y que pueden ser entregados en plazos menores.

«Wärtsilä logró encontrar un punto de equilibrio en cuanto al diseño de productos que tienen mucha versatilidad en pocos componentes y entonces puede llegar rápidamente a entregar un producto en función de la necesidad. Ya sea un motor más grande o más chico, con más o menos ciclindros, se adapta rápidamente», concluyó Romano.

, Nicolás Deza