Por Diego Mesa, Ministro de Minas y Energía de Colombia
Terminó el año más difícil, y de lejos, que nuestras generaciones hayan vivido y, probablemente, el más desafiante que muchos de nosotros vamos a experimentar en nuestras carreras profesionales.
Cuando el COVID19 se expandió al mundo occidental a principios de marzo, en cuestión de semanas se cerraron las fronteras internacionales y se restringieron las libertades individuales de miles de millones de personas, generando, como efecto colateral, una severa contracción económica mundial y la mayor destrucción de empleo de la historia reciente: según la Organización Internacional del Trabajo en el segundo trimestre del año se perdieron más de 300 millones de puestos de trabajo.
Esta situación puso una enorme presión sobre los gobiernos, pues era imperativo implementar políticas públicas que ayudaran a los ciudadanos y a las empresas a soportar los efectos económicos de una pandemia para la cual el mundo no estaba preparado.
Fue así como en marzo, abril y mayo, en el marco de las emergencias económicas decretadas por el Presidente Duque, trabajamos incesantemente expidiendo decretos con fuerza de ley, resoluciones de carácter regulatorio y otros actos administrativos para los 3 sectores de nuestro ministerio, con unos alcances y a una velocidad que nunca nos hubiéramos imaginado. El principal objetivo, en los primeros meses de la pandemia, era garantizar la prestación de los servicios públicos a toda la población, independientemente de si los ciudadanos tenían como pagar las facturas.
Esta maratón de política pública, además, la realizábamos al mismo tiempo que desplegábamos una serie de medidas logísticas y administrativas para asegurar que las operaciones de las empresas del sector minero-energético no se interrumpieran.
El resultado, aunque seguramente hubo cosas que se pudieron mejorar o perfeccionar, fue muy satisfactorio. Logramos garantizar la prestación continua de los servicios públicos de nuestra cartera en todo el territorio nacional, ofrecimos importantes alivios económicos en el pago de las facturas de energía y gas a las familias más vulnerables del país, y abrimos líneas de financiación para las empresas prestadoras de servicios públicos. Otorgamos, también un mayor subsidio en las facturas de gas para estratos 1 y 2, entregamos apoyos económicos a pequeños mineros y a estaciones de servicio, y logramos flexibilizar las obligaciones contractuales en el sector extractivo para evitar que se cancelaran inversiones, entre muchas otras medidas.
Y como la pandemia nos consumió más de tres cuartas partes de este largo y complejo
2020, al tiempo que diseñábamos e implementábamos medidas para enfrentar la pandemia, avanzamos de manera firme y desde la virtualidad en nuestras metas transformacionales y los compromisos del Plan Nacional de Desarrollo.
Entre los muchos logros que alcanzamos como equipo en este año destaco los siguientes (y seguro se me quedan algunas por fuera), los cuales adquieren mayor valor en medio de una pandemia:
⁃ Trabajando en equipo con otras entidades de gobierno, logramos una solución estructural y definitiva (y muy luchada) a la prestación del servicio de energía eléctrica en la región caribe, beneficiando a más 10 millones de colombianos y solucionando un problema de más de dos décadas.
⁃ Superamos los 43 mil nuevos usuarios de energía, y dejamos contratados el restante para llegar a la meta de 100 mil en este gobierno.
⁃ Se conectaron más de 230 mil nuevos usuarios al servicio de gas por redes, superando ampliamente los 10 millones de usuarios residenciales en el país.
⁃ Tuvimos la mayor expansión de energía solar en Colombia, con la entrada de 8 nuevas granjas solares que nos permite cerrar el año multiplicando por 7 veces la capacidad instalada de energías renovables no convencionales frente a lo que encontramos en agosto de 2018.
⁃ Avanzamos en nuevas fuentes de energía, como la reglamentación de geotermía e inició de construcción de la hoja de ruta del hidrógeno. Y cerramos la revisión interna de los 5 focos que conformarán la hoja de ruta de la misión de transformación energética.
⁃ En largas y extenuantes jornadas legislativas, logramos la aprobación en el congreso de la nueva ley que reglamenta el Sistema General de Regalías y posteriormente el Presupuesto Bienal, cumpliendo varias promesas de campaña.
⁃ Expedimos resoluciones de mezclas superiores voluntarias de biocombustibles (ya tenemos los primeros programas con mezclas de 20% de biodiesel), y de combustibles de cero y bajas emisiones, y de AutoGLP y NautiGLP. Y tenemos en consulta estandarización de infraestructura de carga para vehículos eléctricos.
⁃ Cerramos exitosamente el 3er ciclo del PPAA con 4 nuevos contratos de E&P, para un total de 35 en este gobierno después de más de 5 años sin firmar nuevos contratos; y reglamentamos el desarrollo y la producción costa afuera, lo que permitió además la cesión de 3 importantes contratos en aguas profundas de Ecopetrol a Shell.
⁃ Expedimos toda la reglamentación para desarrollar los PPII y firmamos el primer CEPI.
⁃ Iniciamos en firme la diversificación de matriz minera con la entrada en operación de la mina de oro de Buriticá y el inicio de la reconversión de la mina Las Brisas, la primera de economía circular en el país.
⁃ Expedimos decreto con enfoque diferencial para minería a pequeña escala y dimos pasos importantes en formalización en el Bajo Cauca y Chocó, entre otros (cerca de 15 mil mineros formalizados o en tránsito a la legalidad).
⁃ Consolidamos la transformación cultural del Ministerio, incluyendo nuevos y mejores maneras de comunicarnos con nuestros funcionarios, y cada vez registramos mejores niveles de bienestar laboral en nuestra organización; y tuvimos avances importantes en nuestros lineamientos de equidad de género para el sector.
⁃ Cerramos el año con una ejecución presupuestal rondando el 90%, además de habernos puesto al día en pago de subsidios por primera vez en varios años.
⁃ Y para cerrar pero no menos importante, hemos respondido de manera eficiente y ejemplar a la emergencia del Huracán Iota en Providencia, tanto en restablecer el servicio de energía y de combustibles, así como en la consecución de importantes donaciones con gremios y empresas del sector.
Este largo mensaje es para agradecerles por estos importantes logros, logros que son de todos ustedes y de sus equipos, un grupo de funcionarios públicos comprometidos, innovadores, apasionados y cohesionados, que lo dejaron todo en la cancha en este difícil pero productivo y enriquecedor año.
Es un orgullo y un placer tenerlos a todos ustedes como co-equiperos, y estoy seguro que en 2021 vamos a seguir cosechando grandes éxitos como equipo y para beneficio del sector y de todos los colombianos.
Un abrazo a todos!
Diego Mesa.