
El subsecretario de Combustibles Líquidos, Federico Veller, aseguró este miércoles que el gobierno busca generar certidumbre y respeto absoluto de los contratos para volver a generar confianza. “Tanto la certidumbre como el respeto de los contratos nos va a permitir poder pensar en contratos de 5 o 10 años para realizar la infraestructura necesaria para exportar a Brasil o Chile”, aseguró el funcionario al participar en la inauguración del Midstream & Gas Day organizado por EconoJournal en el Club Hípico. Veller analizó explicó también la redefinición del esquema de precios mínimos del gas ya no atado al Brent que se anunció la semana pasada y detalló los avances en el grupo de trabajo que se creó con Brasil para evaluar alternativas de exportación. “No está en la intención de esta administración tomar una decisión de cuál es la mejor alternativa. Esa decisión corre por cuenta del sector privado, que tiene que sopesar los beneficios y riesgos y terminar eligiendo cuál es el camino”, agregó.

–El recurso del gas está y las productoras han hecho una curva de aprendiza en lo que respecta al abaratamiento del gas de Vaca Muerta con el aumento de productividad de los pozos. El desafío es recuperar mercados regionales, que muchas veces se desatendieron y maltrataron, y armar una red de mutua confianza y comercialización con Brasil. ¿Qué está haciendo el gobierno para potenciar esas oportunidades? –le preguntó Nicolás Gandini, director de EconoJournal.
—Lo que está haciendo el gobierno lo resumiría en dos aspectos: generar certidumbre y respeto absoluto de los contratos. Si logramos llevar adelante estas dos cuestiones vamos a recuperar esa confianza que hemos perdido. ¿A qué me refiero con certidumbre? La primera certidumbre viene dada por una medida muy importante que se tomó el año pasado que es la Ley Bases. La Ley Bases en el capítulo hidrocarburos genera certidumbre absoluta para aquellos exportadores que tienen el derecho de exportar el hidrocarburo. Una vez obtenida esa autorización no hay ningún funcionario que pueda cambiarla. Esto es fundamental que se entienda para poder establecer contratos plurianuales, como hemos impulsado desde agosto del año pasado, y para convertir esos contratos con visión 2026/2028 en contratos que vayan más allá de 2030. Además, permite a compañías como Southern Energy tener la certeza de una autorización de exportación por los próximos 30 años y que está basada en una ley que lo respalda. Eso simplifica y muestra lo que para esta administración significa la palabra certidumbre. La segunda clave es el respecto a los contratos. Tenemos una larga historia de no respetarlos. Tenemos varios ejemplos para mostrar nuestra convicción más absoluta de respeto a la propiedad privada. Por un lado, hemos tomado la decisión firme de cumplir a rajatabla el Plan Gas hasta 2028. Son contratos que permitieron revertir el declino de producción de gas y tener las expectativas que hoy tenemos hacia el futuro. El Estado argentino ha firmado con las productoras compromisos hasta fines de 2028 por un volumen muy importante, equivalente al 70% u 80% de la producción, y se decidió cumplirlo. Además, hemos otorgado autorizaciones de exportación a Chile y dimos clara certidumbre de cumplir el contrato firme, haciendo prevalecer un contrato firme por sobre uno spot del lado argentino. Tanto la certidumbre como el respeto de los contratos nos va a permitir poder pensar en contratos de 5 o 10 años para realizar la infraestructura necesaria para exportar a Brasil o Chile.
–¿Cuánto tiempo puede llevar reeducar a ese sistema de actores que están seteados para sobrevivir en un escenario de mucha volatilidad e incertidumbre y a los que ustedes les piden confiar en el largo plazo?
–Creo que va a llevar cierto tiempo. Espero que no mucho más de un año. Estamos en plena transición. La semana pasada tomamos una decisión muy interesante en este sentido que tiene que ver con que CAMMESA empieza a operar en el spot. Todos los inviernos muchos comercializadores e industriales estaban acostumbrados a no contractualizar a sabiendas de que iba a haber un Estado detrás que siempre los iba a rescatar. Se buscaba la ventaja de corto plazo de comprar barato y luego maximizarlo y no asumir el riesgo de no tener el gas. A partir de que CAMMESA pueda jugar en el spot y de que los generadores se hagan cargo de comprar su propio combustible, eso empieza a cambiar. Son señales que le estamos dando al mercado. Tenemos que acostumbrarnos a trabajar de otra manera. Los privados tienen que empezar a medir los riesgos sin tener al Estado siempre detrás para que asuma las consecuencias.
–Acaban de anunciar la semana pasada la redefinición del esquema de precios mínimos del gas ya no atado al Brent.
–La reducción de precios mínimos tiene que ver con responder a una necesidad que vemos en el mercado. Esto lo plantean clientes chilenos y brasileños que representan a la demanda de gas industrial de generación en los países vecinos. Ellos dicen que la volatilidad del Brent afecta la toma de decisiones de largo plazo. Por otra parte, generaba una distorsión con respecto al precio que se utiliza en el mercado interno. Creo que es una buena señal sacar volatilidad e igualarlo a las mismas condiciones que se toman en cuenta en cada cuenca para definir los precios internos. Tiene que ver con generar esas condiciones que permitan tomar decisiones de largo plazo.
–Usted es el principal representante del gobierno argentino en el grupo de trabajo con Brasil que está evaluando alternativas para integrarse en materia de gas natural. ¿Qué nos puede contar sobre lo que se está discutiendo en ese espacio?
–Para los que no saben, en noviembre se firmó un MOU en Brasil entre el Ministerio de Minas y Energía y el Ministerio de Economía. A partir de enero iniciamos una serie de reuniones. El primer logro es poner sobre la mesa un objetivo común y tratar de entender dónde están los cuellos de botella y las asimetrías regulatorias. Cuáles son las piedras que tenemos que sacar del camino para lograr que esa integración sea exitosa. Se revisaron en conjunto diferentes alternativas de exportación de gas, diferentes alternativas de infraestructura necesaria para incrementar los volúmenes de gas con una demanda de Brasil muy importante. Hemos invitado a la mesa a los actores privados, tanto productores, transportistas como clientes. No está en la intención de esta administración tomar una decisión de cuál es la mejor alternativa. Esa decisión corre por cuenta del sector privado, que tiene que sopesar los beneficios y riesgos y terminar eligiendo cuál es el camino.
–Hay un proyecto del gobierno para avanzar con una reforma del sector eléctrico para permitir que las generadoras vuelvan a comprar combustibles, ¿cuál puede ser el impacto en el mercado de gas natural?
–Está relacionado con lo que comenté antes sobre la posibilidad que tienen los generadores de administrar su combustible, aunque obviamente en un porcentaje porque hay que cumplir los contratos vigentes, como el Plan Gas. Es una agenda muy interesante y vamos a ir administrando la transición. Es muy relevante para la normalización del mercado de gas y electricidad.
, Redaccion EconoJournal
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