El miércoles de esta semana, el presidente de Colombia, Iván Duque, visitó la represa hidroeléctrica Ituango (Hidroitnago) para celebrar el hito de avances de obra en un 84,3%, lo que representa el mismo porcentaje en el que se encontraba en abril de 2018, momento cuando ocurrió la tragedia por el derrumbe de la desviación de un túnel que desviaba las aguas del río Cauca.
“Se ha recuperado el tiempo, se ha recuperado el trabajo y hoy tenemos una información que quisiera compartir con todos los colombianos, y es que para el mes de junio del 2022 esperamos tener la primera turbina funcionando y, de continuar exitosamente con el cronograma, tendremos la segunda hacia el mes de noviembre del 2022”, resaltó el mandatario.
En efecto, desde EPM, propietaria de la obra, aseguran que actualmente los trabajos técnicos se concentran especialmente en los frentes de obra subterráneos: casa de máquinas, las almenaras, túneles de aspiración, túnel de desviación derecho y la galería auxiliar de desviación (GAD).
Las obras superficiales o en cielo abierto como la presa y el vertedero se encuentran terminados, operativos y en constante monitoreo y mantenimiento técnico.
El mes que viene podrían empezar los trabajos de ensamblaje de la primera de las ocho turbinas, cada una de ellas con una potencia de 300 MW.
“En la zona norte de la casa de máquinas se progresa en el montaje de las unidades 1 y 2 de generación de energía, con trabajos como los empotrados en concreto y la instalación de los diferentes equipos electromecánicos. Mientras tanto, en el sitio de las unidades 3 y 4 ya se terminaron las tareas de demolición y limpieza”, confían voceros de EPM.
Según destacó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, los 2.400 MW del ingreso de Hidroituango al sistema representarán cerca del 17% de la demanda eléctrica total del país, lo que va a provocar que “haya mucha más oferta de energía en el mercado”.
Esto, aseguró, generaría “presión para que los precios disminuyan”. “Vamos a tener más energía, más competitiva, lo que se va a traducir en un precio de generación más favorable para los colombianos”, remarcó.
No obstante, para que el grueso de la capacidad de generación ingrese en operaciones habrá que esperar hasta el 2025. Según el cronograma de EPM, para fines del 2022 ingresarían las primeras dos turbinas por 600 MW; pero las seis restantes, por 1.800 MW, empezarían a funcionar gradualmente entre el 2023 y el 2025, de no mediar contingencias.
Según cálculos de EPM, en épocas de sequía, Hidroituango sustituirá energía equivalente a una planta térmica de 750 MW, con menores costos y energía limpia.