La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) firmará esta semana con la empresa canadiense Candu Energy un acuerdo para reactivar la Planta Industrial de Agua Pesada en Neuquén. Se trata de un memorando de entendimiento (MoU) en el que la contraparte canadiense asegurará el financiamiento para reactivar la planta, según pudo confirmar EconoJournal de distintas fuentes.

El memorando establece algunos lineamientos generales de una negociación que avanzará en los próximos meses para arribar a contratos definitivos. La planta es propiedad de CNEA y está operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad conformada entre la CNEA y la provincia de Neuquén, que tiene la mayoría accionaria.

Según el acuerdo que las partes suscribirán el jueves en Buenos Aires, Candu Energy se compromete a conseguir el financiamiento para reactivar la planta, que por su capacidad de producción es la más grande del planeta y es única en América. A cambio, la CNEA pagará con la producción y entrega del agua pesada.

La PIAP tiene una capacidad nominal para producir 200 toneladas de agua pesada por año, distribuida en dos líneas de producción de 100 toneladas cada una. No esta definido aún si la intención es reactivar una sola linea o toda la producción.

«Las líneas comparten equipos en ciertas etapas del proceso. Cada línea tiene una capacidad de diseño de 100 toneladas año, lo que te da 200 en total. Sin embargo, se toma un valor de 80 toneladas anuales por línea en función de los datos históricos de producción real«, apuntó una fuente conocedora del sector.

Demanda de agua pesada

Ubicada en la localidad de Arroyito, sobre el margen izquierdo del Río Limay, la PIAP dejó de operar en 2017 y se encuentra desde entonces en estado de conservación mínima por falta de demanda doméstica e internacional. Sin embargo, Candu Energy proyecta que se necesitarán miles de toneladas de agua pesada si en Canadá se avanza en la construcción de nuevas centrales de diseño CANDU.

El agua pesada es el nombre coloquial del óxido de deuterio. Los reactores CANDU utilizan uranio natural como combustible y agua pesada como moderador de la reacción en cadena y refrigerante.

Como este insumo prácticamente no se agota durante la vida útil de la central nuclear y las empresas operadoras suelen tener algún stock de agua pesada en caso de pérdidas marginales, la demanda suele estar atada a la aparición de nuevos proyectos nucleares.

En paralelo, la industria electrónica también será otra fuente de demanda de óxido de deuterio. Los mercados que demandan deuterio para usos no nucleares incluyen la fabricación de semiconductores, pantallas OLED y fibra óptica, así como los sectores de ciencias biológicas y ambientales.

Los planes de Candu

Candu Energy, la compañía canadiense dueña de los derechos comerciales de la tecnología CANDU y que forma parte del holding Atkins Realis, esta avanzando en el diseño de un reactor de 1000 MW de potencia, el CANDU Monark.

Como cada reactor Monark demandaría 1000 toneladas de agua pesada, la empresa busca asegurar la provisión del producto en caso de que se construyan reactores de este tipo. La provincia de Ontario proyecta que necesitaría 18.000 MW de energía nuclear para cumplir con los objetivos canadienses de descarbonización.

El problema es que hoy no existen fuentes de producción de agua pesada a la escala industrial necesaria para un relanzamiento de la línea CANDU. Las plantas productoras que existían en Canadá fueron discontinuadas y utilizaban una tecnología considerada por la empresa como muy poco competitiva. En el plano internacional, la India es la principal productora de agua pesada del mundo, pero la empresa canadiense busca alternativas.

Es en esa ecuación en la que se inscribe el interés de Candu Energy en reactivar la PIAP, cristalizado en una visita al país que realizó el año pasado el CEO y presidente de la compañía, Gary Rose. «La tecnología de agua pesada que teníamos en Ontario no estaba a la altura de los estándares modernos. La planta argentina sí lo está. Por lo tanto, necesitamos determinar cómo puedo suministrar suficiente agua pesada para una flota de nuevos CANDU», explicó Rose en una entrevista exclusiva brindada a EconoJournal.

, Nicolás Deza