El presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), Roberto Cacciola, expresó este miércoles la expectativa que existe en la industria por la definición por parte del Gobierno nacional de un “RIGI Extendido” que atienda la situación particular que atraviesan los proyectos en producción de oro y plata de la Argentina, los que se encuentran en una caída de sus niveles de actividad por agotamiento del recurso sin tener a la vista proyectos que puedan suplantar esa producción que hoy representa la principal fuente de exportación del sector.

“Esto nació como una necesidad para la situación del oro y la plata -pero puede ser aplicado a otros minerales-, y con un marco de precios espectacular pero con proyectos en Argentina que están en su gran mayoría en el proceso final de producción si es que no se toman decisiones que estimulen inversiones y permitan explorar mucho más determinadas áreas disponibles”, explicó Cacciola al encabezar un encuentro con la prensa por la celebración del Día de la Minería Argentina y la presentación de al exposición Arminera 2025, que se realizará del 20 al 22 de mayo en el predio de La Rural, en Buenos Aires.

Para el directivo se trata de “un contrasentido que contrasta el precio récord del oro con una producción en decadencia. En ese marco, se abrió un diálogo con el Gobierno nacional para que se haga una apuesta grande de los proyectos que están con una vida limitada, que no excede de cuatro o cinco años en el mejor de los casos, y para los que no hay nada que lo reemplace. Es decir, no hay nada nuevo a la vista que permita dentro de 7 u 8 años tener un proyecto que reemplace a todos los que entraron en un proceso de cierre”.

La propuesta del sector minero al Gobierno es que se haga un esfuerzo para estimular a los empresas que ya no tienen perspectiva de continuar sus inversiones y que les permita realizar una exploración fuerte en las mismas propiedades aún productivas o en locaciones cercanas. “Lo que esperamos es que se le otorguen los incentivos que tiene el RIGI bajo el concepto de ampliación de vida útil y no ampliación de producción. Esto no significa un nuevo régimen sino un estímulo a la exploración para que si los resultados son satisfactorios se concatenen las inversiones”.

En la industria se explica que una campaña de exploración importante además de demandar varios años puede llegar a requerir inversiones de entre US$50 y US$80 millones, dependiendo de la magnitud del proceso a encarar, lo cual no califica con el requisito del RIGI de los US$200 millones vinculados a un proyecto productivo de exportación. “Se ha avanzado mucho -admitió Cacciola- y la expectativa es que haya anuncios en este sentido pronto, pero queremos que esto finalmente sea una realidad mediante una Resolución o un Decreto porque así lo conversamos con el Gobierno”.

Exportaciones récord con producción en baja

El contexto de este pedido de la CAEM se encuentra en que las exportaciones de oro y plata en la Argentina representaron aproximadamente el 75% de los US$ 4.600 millones que el sector generó en 2024, pero con yacimientos en declino y la falta de inversiones en exploración de los últimos tiempos se anticipa que pasará al menos hasta la próxima década para que el país tenga un nuevo proyecto en marcha. Esta realidad que se contrapone al entusiasmo que genera la creciente actividad del litio y la gran expectativa por el desarrollo de los primeros proyectos de cobre, provoca que en oro y plata haya una expectativa de vida de mina no superior a los cuatro años.

Es decir que hacia 2030, la Argentina podría quedarse sin producción de ambos metales, aún en tiempos en los que la cotización de ambos productos a nivel mundial atraviesa valores récord, tal el caso del oro, o cotizaciones a niveles históricos para la plata. Es por esto que las empresas consideran que hay que gestionar la situación y estimular la exploración como etapa previa necesaria para poder renovar estos recursos que se están agotando, sin omitir en una eventual etapa de producción los compromisos de inversión exigidos por el régimen.

En similar sentido alertó sobre la coyuntura de la producción del litio por el impacto en los bajos precios internacionales en torno a los US$10.000 la tonelada de carbonato grado batería. “Los proyectos de oro y plata subsisten por los precios, porque de los nueve proyectos que hoy están en producción con precios más bajos como los de 2022 quedarían apenas dos. Y con el litio se advierte el caso inverso en que hay una gran inversión en construcción y ampliación con precios muy bajos a los proyectados al momento de decidir la producción, por lo que empieza a haber dificultades, y habrá que reclamar también por medidas para que también puedan seguir subsistiendo”.

Cacciola también manifestó la preocupación empresaria por comenzar a conocer la aprobación de los proyectos presentados en los últimos meses para acogerse a los beneficios del Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI), los que representan una cartera inicial de más u$s5.000 millones como forma de alentar la toma de decisiones. Al mismo tiempo planteó que el futuro de esos desarrollos también está en manos de los gobiernos provinciales a los que instó a discutir la reducción de regalías, ante la comprensión de los altos costos que enfrenta el sector en la Argentina respecto a lo que ocurre en países vecinos que compiten por las mismas inversiones.

“Hoy estamos carísimos, es una realidad que los costos si nos comparamos con Perú, con Chile, con Brasil, son la mitad de los que tiene la Argentina. Entonces, el interés por ir al RIGI tiene que ver con la consolidación del proyecto porque a pesar de ser caros, hay posibilidades de que avancen y se aliente la decisión de los inversores. En este momento es muy difícil que esos costos bajen, por situaciones macroeconómicas, pero hay herramientas disponibles para lograrlo”, agregó el directivo en diálogo con la prensa.

En ese sentido, y ante lo que se considera es una “demora” en la revisión y aprobación por parte del Ministerio de Economía de las solicitudes al régimen de incentivo aprobado a mediados de 2024, el presidente de la CAEM sentenció: “Nuestro deseo es que teniendo en cuenta que ya hay varios proyectos presentados, podamos tener algunas noticias en el corto plazo, porque es importante y fundamental que esto llegue. El gran problema que podemos tener es que se genere una expectativa enorme y que después no se compadezca con la realidad. Motivo por el cual creo que sería muy importante que ya empiecen a aparecer aprobaciones”.

Hasta el momento se presentaron al RIGI seis proyectos vinculados al sector minero, los que incluyen iniciativas en litio como Sal de Oro, de la empresa Posco; Mariana de Litio Minera Argentina y Rincón de Rincon Mining, los tres en la provincia de Salta; además de la mina de carbonatos y cal de Gualcamayo de Minas Argentinas, el de cobre Los Azules de Andes Corporación Minera, ambos en San Juan; y otro de litio en Catamarca en Salar del Hombre Muerto de Gala Lithium. Pero además, en el sector se anticipa que hay al menos otras cuatro presentaciones que se realizarán en pocos meses, en particular vinculadas a producciones cupríferas.

El reclamo por las regalías

También sobre los costos altos que afronta la industria minera en la Argentina, Cacciola entendió que se trata de “una desventaja comparativa” que pueden compensarse con otras ventajas comparativas respecto de la instalación de nuevas exploraciones vinculadas a la decisión que esta en manos de las provincias de estimular las inversiones en sus territorios. “El Gobierno Nacional puso la herramienta fundamental que necesitaba el sector, pero ahora -consideró- el tema de la participación, de negociación y entendimiento entre las provincias con los proyectos requiere buscar que haya realmente un atractivo específico para invertir, porque por el lado de los costos no va a ser, por lo menos en el corto plazo”.

El incremento de los costos locales en una industria altamente competitiva en la región es producto, en gran medida, del atraso cambiario que se acentuó en los últimos meses en la Argentina y que es una problemática que afecta también a la actividad petrolera con proyectos en el no convencional de Vaca Muerta, donde los costos se incrementaron en dólares entre un 25 y un 30% a lo largo de 2024.

“Las provincias tienen elementos para poder mitigar los efectos de esta situación de costos altos. La Ley de Inversiones Mineras y después la aprobación en el Congreso de la Ley de Bases que fijan regalías de hasta el 5%, muchas veces no se entiende que es un tope y que deja abierta la negociación, dependiendo de los proyectos que se trate, para que pueda ser cero o pueda ser 0,5”, algo que en el país ya sucedió en proyectos lanzados entre 2005 y 2010 cuando la industria logró la flexibilización del tope del 3% por entonces vigente.

La baja del riesgo país como parte de un proceso de normalización macroeconómica y su influencia en la aceleración de inversiones en la industria minera también es un punto que sigue el sector, sobre lo cual el directivo opinó que “permitirá, en particular, que muchas empresas que se dedican a la etapa temprana de exploración tengan interés en venir a la Argentina porque le va a resultar mucho más barato conseguir financiación para entrar en la etapa greenfield. Son mineras juniors que hacen el trabajo inicial de manera más económica y que después lo trasladan y lo venden a los operadores naturales”.

, Ignacio Ortiz