Raízen, el gigante brasileño que es propiedad del grupo Cosán y de Shell, empezó formalmente a sondear el interés real de empresas del mercado energético por sus activos en la Argentina. En concreto, Raízen autorizó al BTG Pactual —el banco de inversiones más grande de América latina— a firmar acuerdos de confidencialidad (NDA’s, por su sigla en inglés) con compañías interesadas en adquirir la refinería de Dock Sud, una de las plantas con mayor capacidad de conversión del parque local, y su red de más de 890 estaciones de servicios en el país. Así lo indicaron a EconoJournal dos fuentes privadas sin contacto entre sí.

A fines del primer trimestre Raízen comunicó el inicio de un proceso de revisión estratégica de todo su porfolio de activos a nivel regional como consecuencia de la necesidad de enfrentar una delicada situación financiera que motivó el recambió de la mayor parte del top management de la empresa. No está claro, en ese contexto, si Raízen busca desprenderse de su negocio en la Argentina, que a diferencia de otras actividades del grupo que cerraron un 2024 con pérdidas registró un sólido balance económico durante el año pasado e incluso encuentra a la empresa en pleno desarrollo de una inversión de US$ 700 millones para modernizar su planta en el sur de Buenos Aires.

La firma de NDA’s con al menos dos empresas da cuenta que el holding brasileño está dispuesto a evaluar una eventual venta de un activo ‘sano’ para intentar enderezar su negocio en Brasil, que podría obligarla a concretar desinversiones por alrededor de US$ 3000 millones, según indicaron fuentes privadas. Una de las compañías interesadas es Trafigura, uno de los mayores traders de materias primas y derivados del planeta, que en el país opera la refinería de Bahía Blanca y la red de la marca Puma.

Interesados

La rúbrica de esos acuerdos de confidencialidad —que son apenas una condición necesaria para abrir una negociación formal— no garantizan en lo más mínimo que la compañía brasileña concrete su salida de la Argentina. Para eso, deberá encontrar una contraparte que quiera desembolsar una cifra que oscilaría entre los 1500 y los 2000 millones de dólares; por encima de los US$ 950 millones que pagó la brasileña a Shell en 2018 para desembarcar en el país.

A priori, parece complejo que un jugador del mercado doméstico esté dispuesto a estirarse hasta esos montos. Fuentes privadas indicaron a EconoJournal que el área de Downstream de YPF también evaluará una eventual sinergia de la refinería de Dock Sud y del parque de estaciones de Raízen con el complejo refinador y la red de comercialización de la petrolera bajo control estatal. Pero no será sencillo que eso suceda porque, por un lado, la compañía que preside Horacio Marín está lanzada a financiar proyectos de infraestructura ligados al desarrollo de Vaca Muerta, como el VMOS, la nueva terminal de exportación en Río Negro, y el Argentina LNG, la iniciativa para exportar Gas Natural Licuado. Y por el otro, porque es difícil que la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia (CNDC) autorice que YPF, que ya controla un 55% del mercado de combustibles, se quede con los activos de Raízen, el segundo jugador del mercado.

Negociación incipiente

En cualquier caso, las conversaciones de jugadores del mercado local de combustibles con BTG Pactual son incipientes y de limitada probabilidad de ocurrencia. No sólo por los valores que involucra la operación —que demandará de un delicado proceso de acercamiento entre las aspiraciones del vendedor y las ofertas de los potenciales compradores—, sino también porque desde lo estructural la Argentina tampoco ofrece certezas.

En lo económico, si bien la macro luce más ordenada (con estabilización cambiaria e inflación decreciente en mayo), la mayoría de los inversores internacionales están a la espera de ver qué sucede durante el segundo semestre del año y conocer qué resultados cosecha La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones de medio término.

Un alto directivo del sector petrolero lo puso en estos términos: “Cuando se compra un yacimiento de petróleo en Vaca Muerta, uno desembolsa dólares para obtener dólares por la exportación de crudo, pero cuando se invierte en un activo de refinación, uno invierte dólares para recuperarlos en pesos mediante la venta de combustibles. El riesgo es mucho mayor«. «Por eso, es clave saber si el plan macroeconómico de (Javier) Milei es consistente o no”, concluyó.

, Nicolas Gandini