“Hoy, no sabemos cuando realmente se va a alcanzar la paridad, cuando llegue el momento donde el precio de la molécula de hidrógeno verde sea igual a una molécula de hidrógeno gris o azul”, advirtió Martin Rocher, vicepresidente de Desarrollo de Negocios para América Latina y el Caribe de Total Eren, durante un evento de Latam Future Energy.

No obstante, ante un auditorio de más de 400 actores clave del sector energético renovable, consideró que el aumento de la demanda desde los sectores de la electromovilidad y la minería exigirían avanzar con alternativas sostenibles para la generación eléctrica, almacenamiento energético y producción de combustible verde. Y el hidrógeno verde sería la respuesta.

De allí, reveló que la empresa ya se está preparando para aquel momento y analiza la ejecución de proyectos a partir de ese vector energético en distintos puntos de Latinoamérica.

Entre ellos, la compañía ya había anunciado alianzas estratégicas en Chile para el primer emprendimiento con importante densidad energética, pero ahora adelantó que están analizando avanzar en otros mercados más, aplicando distintos modelos. En tal sentido, diferenció dos tipos de proyectos de hidrógeno verde que están contemplando:

El primero refiere a los proyectos de gran escala, similar al proyecto que ha anunciado Total Eren en el sur de Chile de hasta 10 GW de energía eólica.

En este caso, Rocher explicó que se precisan tantos recursos como espacio para desarrollarlos y es por eso que el mismo hidrógeno verde tiene valor como sí mismo y para elaborar otro producto final que puede ser el amoniaco el metanol y proyectarlos para la exportación, ya que esos derivados resultan de más fácil transporte.

Por otro lado, el segundo tipo de proyecto sería de menor escala, una alternativa que iría a alimentar la demanda nacional y se concentraría en producir sólo la molécula de hidrógeno verde y ser directamente utilizada en pilas a combustible. Aquello no quitaría la necesidad de un recurso renovable abundante para producirlo; entonces, se recomendaría combinar eólica con solar para tal fin.

Por ello, desde la óptica de Martin Rocher, los proyectos de gran escala con un fin de exportación los estarían analizando implementar en países como Colombia, Panamá o México (además del proyecto en Chile); mientras que en las regiones de isla verían más viable el segundo tipo de proyecto:

“Al hidrógeno verde lo veo más en esta región para proyectos de menor escala hacia una demanda interna y con un enfoque especial con proyectos de minería”.