Según el Ministerio de Energía de Chile, el país cuenta con un potencial renovable de 1.800 GW, que equivalen a 70 veces la demanda actual.

Parte de la responsabilidad de semejante tiene que ver con la Región de Atacama, que es una de las joyas de Chile por su potencial eólico pero sobre todo solar fotovoltaico.

En una entrevista exclusiva para Energía Estratégica, Kim-Fa Bondi, Seremi de Energía de Atacama, actualiza los datos de producción de energía limpia de esa región y comenta los desafíos que tienen por delante para continuar profundizando el plan de expansión de las energías renovables.

¿Cuántos proyectos renovables en funcionamiento se encuentran en la región y cuántos de ellos en construcción?  

Actualmente, en Atacama contamos con una matriz energética posicionada en las energías limpias. Así, a marzo 2021, la región posee 3.373,06 MW de capacidad instalada de los cuales el 58% (1.958,08 MW) corresponden a energías renovables de tecnología solar fotovoltaica, eólica y mini hidro.

Existen en operación, incluidas aquellas centrales en estado de pruebas de inyección, 30 plantas generadoras; una central mini hidro (5,12 MW), cinco parques eólicos (941,75 MW) y 24 plantas solares fotovoltaicas (1.011,21 MW).

Por otra parte, en 2020, Atacama generó 8.423 GWh de energía eléctrica, cerca de un 107,11% más que en 2019, y un 44% de ésta fue en base a energías renovables (3.716,5 GWh) y, en lo particular, en el transcurso de 2021, la región aportó el 26,2% de la energía solar de Chile (241,66 GWh) y alcanzó un 24,4% de representatividad en el Sistema Eléctrico Nacional en cuanto a energía eólica (130,19 GWh).

A la fecha son 13 los proyectos en construcción en base a energías renovables con una capacidad instalada conjunta de 1.216,5 MW entre centrales solares fotovoltaicas y parques eólicos, registrando una inversión total de 1.879 millones de dólares.

¿Qué tipo de desafíos encuentra la región para que se continúen desarrollando proyectos de energías renovables?

Atacama tiene grandes potencialidades para la generación de energías renovables, especialmente a través del aprovechamiento del sol, al contar con el mayor nivel de radiación solar del mundo. Ello explica el exponencial desarrollo y al avance de este tipo de proyectos en nuestra región.

La transformación hacia una matriz energética más verde se vio favorecida por una mezcla de factores, en el marco de un proceso de participación del sector impulsado por la Política Energética 2050, que ha permitido generar las condiciones para la ejecución de contratos de varios proyectos a nivel regional.

En esta línea, un desafío persistente es contar con proyectos sostenibles, que logren el respaldo del aparataje público para ir en sintonía con la velocidad del sector privado en la materialización de las inversiones, como por ejemplo, el desafío de lograr todos los permisos correspondientes (ambientales – sectoriales -técnicos -jurídicos y sociales), para la entrada en construcción del parque solar más grande de Chile y los países vecinos, Campos del Sol II, con una capacidad de 423 MW y una inversión de más de 1.000 millones de dólares.

Otro de los importantes desafíos que tenemos es aumentar la mano de obra local para dar respuesta a los diversos requerimientos de la industria energética de Atacama, tanto a nivel técnico como profesional.

¿Qué tipo de soluciones o respuestas se están trabajando al respecto?

Como Ministerio de Energía, acompañamos a los distintos actores involucrados en el desarrollo energético como comunidades, empresas, gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil e instituciones públicas.

Queremos proyectos sustentables, para lograr una mayor sostenibilidad de los mismos y una convivencia armónica con las comunidades, acorde a los estándares internacionales. Para ello estamos trabajando con la Ruta Energética, la Política Energética 2050, y específicamente Plan Más Energía, instrumento creado en 2019. Este instrumento es un modelo de acompañamiento y orientación, por parte del Ministerio.

En cuanto al capital humano y a la gestión con las MiPyMEs, hemos generado programas y diversas instancias para llegar a tiempo, y satisfacer de manera eficiente, pronta y oportuna las necesidades de mercado, ubicando siempre en el centro de nuestro quehacer a las personas.

Kim-Fa Bondi, Seremi de Energía de Atacama

En ese sentido, ¿cómo se fue integrando (y se integra actualmente) la población de la región de Atacama a los proyectos de energías renovables? ¿Qué beneficios ha generado para la zona?

Por una parte, los proyectos de energía renovable han generado puestos de trabajo en distintos sectores, de manera directa e indirecta, que han permitido dinamizar la economía de la región.

Por otra parte, la relación entre los proyectos y las comunidades siempre es diversa, como Ministerio de Energía, a través de nuestro Plan Más Energía, lo que buscamos es asegurar que las empresas tengan un modelo adecuado de relacionamiento con las comunidades.

Sabemos que, la instalación de proyectos puede generar algún grado de incertidumbre o preocupación en las comunidades y entendemos que, una buena parte de esa preocupación es válida y requiere de algunos procesos de acompañamiento, generar procesos de diálogos efectivos con las comunidades, y también, de incentivar el desarrollo de proyectos asociativos entre las comunidades y las empresa y, en el caso de los gobiernos locales que estos busquen, no solo el traspaso de los recursos, sino que, efectivamente, mejorar la calidad de vida de esas comunidades, que es nuestro gran objetivo como Gobierno del Presidente, Sebastián Piñera.

En este contexto, existen compromisos ambientales y otros voluntarios estipulados en las resoluciones de calificación ambiental de los proyectos, que desarrollan los titulares en sus áreas de influencia, así como otros espacios de trabajo conjunto – voluntarios también – entre las empresas y las comunidades, que han permitido por ejemplo, el desarrollo de proyectos públicos – privados que utilizan energías renovables como sistemas solares fotovoltaicos para el autoconsumo, permitiendo la masificación de las energías limpias.

En esta materia, debemos consignar que en gran parte estas medidas se ven posibilitadas por las políticas internas de cada compañía, que son distintas y se caracterizan por tener diferentes énfasis en el trabajo a desarrollar y, ahí está uno de los grandes desafíos como Ministerio de Energía como es el apoyar la generación de espacios de diálogo y valor compartido.

Además, existen otras medidas, implementadas por el Ejecutivo, como son los beneficios legales directos por el reconocimiento a la generación local de las diferentes comunas del país.

Teniendo en cuenta su agenda de trabajo, ¿cuáles son las gestiones vinculadas a energías renovables más prontas que se desarrollarán en la zona?

Nuestro trabajo está enmarcado en el Plan de Descarbonización y en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, en específico el número 7, Energía Asequible y no contaminante, en donde la masificación de las energías renovables es clave, y en donde no sólo está la instalación de las plantas generadoras, sino también proyectos estatales en beneficio de las familias como el Programa Casa Solar, o para las micro, pequeñas y medianas empresas, como el Gestiona Energía MiPyMes.

Además, en el país entró en vigencia recientemente la Primera Ley de Eficiencia Energética de nuestra historia, la cual, entre otras cosas, clasifica como combustible al Hidrógeno Verde, justamente Chile y, en particular Atacama, tiene grandes potencialidades en esta área, por lo que esperamos que se materialicen iniciativas en estas materias.

En paralelo, nos encontramos trabajando fuertemente en el Programa Territorial Integrado (PTI) Desarrollo de la Industria Energética de Atacama, el cual será liderado ejecutivamente por la Seremi de Energía Atacama, y que nos permite agrupar por primera vez en la historia a las empresas renovables, en una sola instancia de trabajo y con lineamientos estratégicos unificados, en orden a contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la industria energética en base a un modelo de gestión territorial que coordine y articule actores públicos y privados en iniciativas que impacten en el desarrollo económico local.