La coalición de derechas italiana aprobó normas que frenan la instalación de paneles solares en terrenos agrícolas, en una medida que desató las críticas por considerar que podría socavar los objetivos de descarbonización de Roma.

Las nuevas normas, que forman parte de un paquete más amplio de medidas para proteger la agricultura y pesca, incluyen la prohibición de instalar sistemas fotovoltaicos con módulos colocados sobre el suelo en zonas clasificadas como agrícolas.

Pusimos fin a la instalación salvaje de paneles fotovoltaicos en el suelo“, declaró Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura, en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros en la que se aprobaron las medidas.

Los grupos de presión agrarios, principales defensores del Gobierno de derechas de la primera ministra Giorgia Meloni, llevaban tiempo pidiendo que se limitaran los paneles, por considerarlos incompatibles con los cultivos.

Por el contrario, las asociaciones ecologistas acusaron al Gobierno de socavar los objetivos ecológicos acordados con sus socios del Grupo de los Siete (G7) países ricos.

La semana pasada, al término de una reunión de ministros de Energía del G7, Italia se comprometió a triplicar la capacidad instalada de energías renovables para 2030 y a eliminar gradualmente las centrales eléctricas de carbón en la primera mitad de la próxima década.

El Ministro de Energía, Gilberto Pichetto Fratin, que según funcionarios del Gobierno se había opuesto inicialmente al plan, declaró a la prensa que las nuevas restricciones no pondrían en peligro el objetivo del Gobierno de instalar unos 38 GW en 2030 mediante plantas fotovoltaicas.

Lollobrigida señaló que el plan no se centra en proyectos agrovoltaicos, que colocan paneles solares sobre campos y viñedos para obtener un doble uso de la tierra mediante la producción de energía durante los periodos de luz solar intensa, al tiempo que se permite el crecimiento de los cultivos.

Efecto negativo y positivo

Los límites a las plantas solares podrían afectar negativamente a empresas energéticas como ERG y ALERION, que tienen objetivos de crecimiento en el sector solar, según los analistas financieros del broker italiano ‘Equita‘.

Por otro lado, una ralentización del desarrollo de la capacidad solar podría ser positiva para los generadores de energía, entre ellos EnelA2A e IREN, que podrían sufrir presiones sobre los precios si la energía solar se acelera.

Italia añadió el año pasado casi 6 gigavatios (GW) de capacidad de energía renovable, principalmente a través del desarrollo de pequeñas plantas solares, con proyectos eólicos que representan sólo el 8% de la nueva capacidad verde.

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