El shale oil en Vaca Muerta, a través de sus proyectos masivos, tiene una producción marginal de gas asociado que podría ser la semilla de un beneficio para los usuarios: una baja en los precios y en las tarifas, que en los últimos años golpearon las billeteras de los ciudadanos y las pymes. En la industria, el gas asociado como un “obstáculo estructural” se analiza atentamente, pero hay miradas encontradas.

El gas asociado puede ser un plus para las empresas que podrían explotarlo o convertirse en un problema al quedarse con una sobreproducción inviable. La respuesta en ambos contextos es la existencia de un mercado para inyectar este gas que viene junto al petróleo y que no puede ser venteado. No hay cifras concretas de cuánto es el volumen, debido a que depende de la geología de cada pozo y la magnitud de los proyectos, pero sí algunas estimaciones.

YPF, la compañía que lidera la explotación de shale gas y shale oil en el país, produce un promedio de 2,2 millones de metros cúbicos por día de gas asociado en su área Loma Campana, según datos que obtuvo +e. En la Argentina Oil & Gas 2019 (AOG), la compañía difundió que alrededor de 10% del gas que produce a nivel nacional es asociado a sus proyectos de petróleo. Los volúmenes encienden luces de alerta debido a la saturación de un mercado al que le falta infraestructura para transportarlo.

Uno de los que planteó este escenario fue Dominique Marion, CEO de Total Austral, en la AOG. “Si hay mucho gas asociado, esto beneficiará a los consumidores porque será muy barato, pero no será algo bueno para los inversores de gas”, dijo en septiembre en el predio La Rural de Buenos Aires.

En una mirada positiva, el precio del gas puede bajar y ser más accesible para todos los segmentos de usuarios. Por supuesto, siempre que la economía del país pase a una etapa de despegue y salga de la recesión. El gas asociado es una realidad de cada proyecto de petróleo no convencional y, si las condiciones de mercado se ajustan a sus necesidades, podría complementar poco a poco a “los yacimientos nativos de gas”, en un contexto en el que el país necesita de nuevos mercados a los que llegar con la gran cantidad de gas de Vaca Muerta.

La mirada negativa es que las compañías del sector, en especial aquellas que apuntaron mucho a la extracción gasífera, podrían ver sus precios deprimidos sin saber dónde ubicar la creciente producción. Queda por ver cómo impactaría esta mayor disponibilidad del recurso en las arcas de las provincias productoras en concepto de regalías por dos variables: precio de venta y producción. La clave está en encontrarle los canales para evacuarlo -consumo interno, exportaciones, almacenamiento- y no dejarlo en su laberinto.

Los proyectos de petróleo que surgen de Vaca Muerta venían en una curva de crecimiento cuando las operadoras viraron ante la imposibilidad de ubicar el gas. Parecía ser el negocio rentable, con gas asociado de “yapa”. Después vino el DNU 566, que le puso un techo al precio interno del crudo (59 dólares) para congelar el precio de las naftas y estableció un tipo de cambio para el sector (tras distintas disposiciones, pasó a 50 pesos). Las compañías se vieron obligadas a repensar sus inversiones.

En YPF, el CEO Daniel González manifestó en la AOG: “Hasta que el futuro del mercado del gas en Argentina esté más claro, nuestras inversiones en shale estarán más centradas en el petróleo que en el gas”.

Los planes de YPF para lidiar con el exceso de oferta de gas son la planta de licuefacción, las exportaciones a Chile y los proyectos de almacenaje subterráneo. La compañía ha tenido que cerrar hasta un tercio de su producción fuera del pico invernal; estas iniciativas le permitirían evacuar la creciente producción de gas.

Los caminos del gas que surge de Vaca Muerta

Qué hacer con la creciente producción de gas en Argentina es un tema estudiado por la industria, tanto por sus técnicos como por expertos independientes, como una cuestión que está entre la problemática y la oportunidad.

Algunas alternativas en evaluación tienen que ver con la generación eléctrica por gas, el GNC para el transporte de cargas y de pasajeros, y después comenzar la labor para convertirse en un proveedor atractivo para los objetivos internacionales. Así lo considera el ex gobernador Jorge Sapag. Sostiene que Chile podría reemplazar el carbón de su matriz energética, actualmente en el orden del 40%, por el gas de Vaca Muerta.

De aquí a cuatro o cinco años tiene que estar listo el proyecto de la planta de licuefacción. Desde el puerto de Bahía Blanca, donde YPF está trabajando firmemente, podría exportarse el gas de la Cuenca Neuquina a países de Europa y también apuntar a China, a India y a todo el sudeste asiático.

Otro que también se manifestó al respecto fue el director financiero de Pan American Energy (PAE), Chris Spaulding. “Yo veo a la Argentina entrando en el mercado global de GNL, algo que va a aumentar la importancia de la industria argentina de gas y petróleo en el mundo. En el negocio del GNL la competencia ya es muy feroz, entonces va a ser un desafío muy interesante”, dijo a +e, en una entrevista en mayo de este año.

Aparecen en este contexto los “gasoductos virtuales” -camiones de carga para conectar el pozo con el usuario-. Osvaldo del Campo, CEO de Galileo, explicó de qué se trata en la Argentina Oil & Gas 2019: “Nosotros denominamos el Gas Natural 3.0 a lo que es conectar el pozo con el usuario final sin utilizar la infraestructura convencional”.

José Luis Sureda, ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, comentó a +e en una entrevista en diciembre del 2018 el rol de los storages. “Hay que desarrollar el almacenamiento subterráneo, que le daría seguridad al mercado interno ante las exportaciones. Le daría al mercado argentino una seguridad de suministro importante”, indicó.

Fuente: https://mase.lmneuquen.com/vaca-muerta/gas-asociado-ese-plus-del-shale-oil-n656659