Residencial

El camino no es tan largo, pero sí es empinado, sobre todo para el sector residencial. A partir del segmento de precios en boca de pozo determinado por el Ministerio de Energía, el 2017 es un año de transición hacia la adecuación definitiva del precio meta en 2019: 6.78 USD/MMBTU (precio del GNL con regasificación). El 2017, como hemos mencionado antes, sufrió un ajuste promedio año vs 2016 del 108% (3.8 vs 1.82 USD/MMBTU), mientras que para el 2018, dicho aumento se estima en 24% respecto del 2017 (4.7 vs 3.8 USD/MMBTU).  Recordemos que el gas en boca de pozo representa un 40% del total de la factura; el otro 30% lo compone el transporte y distribución; y el 30% restante, los impuestos.

A continuación evidenciaremos el aumento escalonado del gas propuesto por el Ministerio para boca de pozo (salvo para La Pampa, Puna y Malargüe que tienen un sendero más gradual):

 

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Además del aumento de gas en boca de pozo, en el 2017 se registró el primer aumento (de un total de 3) para el segmento de transporte y distribución (T&D). A continuación el sendero de aumentos para T&D:

 

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Por ende, para el residencial, en promedio ponderado año, podemos considerar un aumento vs 2016 del 43% por el gas en boca de pozo (40% de incidencia x 108% de aumento ponderado-año), más un 7% por el servicio de T&D (30% de incidencia x 22.5% de aumento-año), lo que devuelve un total del 50% sobre el total de la factura.

De todas maneras, a escala nacional, tomando la proporción de usuarios por segmento y los aumentos considerados para cada uno, vemos que el promedio de aumento sobre la factura de todo el espectro residencial sin impuestos es del 24%:

 

 

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Sin embargo, para Buenos Aires, el guarismo sería del 30%:

 

 

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